Article Index

 

Tomo I, Sección IV

LA RAZON, LA CIENCIA Y EL YOGA

 

 

El pensamiento metafísico europeo – inclusive en aquellos pensadores que tratan de probar o explicar la existencia y naturaleza de Dios o del Absoluto – no va más allá del intelecto, en sus métodos y resultados. Pero el intelecto es incapaz de saber la suprema Verdad; él solo puede recorrer el camino buscando la verdad y obteniendo representaciones fragmentarias de ella para tratar luego de unir los pedazos, no la verdad en si misma. La mente no puede llegar a la Verdad; ella solo puede construir una forma o un grupo de ellas que traten de representarla. Por lo tanto, al final del pensamiento europeo, debe haber siempre Agnosticismo, declarado o implícito. El intelecto, si sinceramente llega hasta su propio final, tiene que regresar y dar el siguiente reporte: "Yo no puedo saber; hay o por lo menos me parece que puede haber o inclusive debe de haber Algo más allá; alguna Realidad última, pero acerca de su verdad, yo solo puedo especular; o es inconcebible, o no puede ser concebida / conocida por mi." O, si el intelecto ha recibido alguna luz en el camino más allá de él, puede decir también: "Hay quizás una consciencia más allá de la Mente, porque me parece captar vislumbres, e inclusive obtener insinuaciones de ella. Si eso está en contacto con El Más Allá o si es en si El Más Allá, y tu puedes encontrar alguna manera de llegar a ella, entonces ese Algo puede ser conocido, pero no de otra forma."

Cualquier buscador de la Verdad suprema a través del intelecto solamente, finaliza en un Agnosticismo de esta clase o de otra manera en algún sistema intelectual o en alguna fórmula construida por la mente. Ha habido cientos de estos sistemas y fórmulas y pueden haber cientos más, pero ninguno puede ser definitivo. Cada uno puede tener sus valores para la mente, y diferentes sistemas con conclusiones contrarias pueden tener una misma atracción / exhortación para los razonamientos con un igual poder y competencia. Toda esta labor de especulación tiene su utilidad en entrenar la mente humana y ayudar a tener en cuenta / visualizar / comprender la idea de Algo Supremo más allá, hacia lo cual ella debe dirigirse. Pero la Razón intelectual solo puede vagamente apuntar o sentir a tientas la Verdad, o tratar de indicar aspectos parciales e inclusive conflictivos de su manifestación aquí; pero no puede entrar en ella y conocerla. Tanto como permanezcamos en el dominio del intelecto solamente, un examen imparcial sobre todo lo que ha sido pensado y buscado, un constante abandono de ideas, de todas las posibles ideas y formaciones de estas y aquellas creencias filosóficas, opiniones y conclusiones, es todo lo que se puede hacer. Esta clase de búsqueda desinteresada por la Verdad sería la única posible actitud para cualquier inteligencia amplia y plástica / flexible. Pero cualquier conclusión a la que se llegue sería solamente especulativa; no podría tener valor espiritual; ella no daría la experiencia decisiva o la certeza espiritual que el alma busca. Si el intelecto es nuestro mayor posible instrumento y no hay otro medio de llegar a la Verdad suprafísica, entonces un Agnosticismo grande y amplio debe ser nuestra actitud final. Las cosas en la manifestación deben ser conocidas hasta cierto grado, pero el Supremo y todo lo que hay más allá de la Mente debe permanecer por siempre desconocido.

Es solamente si hay una consciencia mayor más allá de la Mente y esa consciencia es accesible a nosotros, que podemos conocer y entrar en la Realidad final. La especulación intelectual y el razonamiento lógico referente a si hay o no esa gran consciencia no puede llevarnos muy lejos. Lo que nosotros necesitamos es una forma o camino para obtener la experiencia de eso, entonces alcanzarla, entrar en ella y vivir en ella. Si podemos obtenerlo , la especulación intelectual y el razonamiento debe relegarse necesariamente a un segundo lugar e inclusive perder su razón para siempre. La Filosofía, la expresión intelectual de la Verdad, puede permanecer, pero principalmente como medio para expresar este gran descubrimiento y todo lo referente a él (sus contenidos), ya que todo puede ser expresado en términos mentales para aquellos que todavía viven en la inteligencia mental.

Esto, como usted verá, responde su punto acerca de los pensadores Occidentales como Bradley y otros, quienes llegaron a través del pensamiento intelectual a la idea de un "Algo más allá del Pensamiento", o han inclusive, como Bradley, tratado de expresar sus conclusiones acerca de eso, en términos que recuerdan algunas de las expresiones en el Arya. La idea en si misma no es nueva; es tan antigua como los Vedas. Fue repetida en otras formas en el Budismo, el Cristianismo Gnóstico y el Sufismo. Originalmente, ella no fue descubierta por la especulación intelectual, sino por los místicos siguiendo una disciplina espiritual interna. Cuando en alguna parte, entre el siglo quinto y séptimo A. C., los hombres comenzaron en el Este y el Oeste a intelectualizar el conocimiento, esta Verdad sobrevivió en el Este; en el Oeste, donde el intelecto comenzó a ser aceptado como el único o el superior instrumento para el descubrimiento de la Verdad, ella comenzó a desaparecer. Pero todavía ha tratado también allí constantemente de regresar; el Neo Platonismo la trajo de regreso, y ahora luce que los Neo Hegelianistas y otros (como Ouspensky el ruso y uno que otro pensador alemán, yo creo) parecen tratar de alcanzarla. Pero todavía hay una gran diferencia.

En el Este, especialmente en la India, los pensadores metafísicos han tratado, como en el Oeste, de determinar la naturaleza de la Verdad superior por el intelecto. Pero en primer lugar, en el descubrimiento de la Verdad, ellos no le han dado el rango supremo como instrumento, al pensamiento mental, sino un rango secundario. El primer rango ha sido siempre dado a la iluminación y a la intuición y experiencia espiritual; una conclusión intelectual que contradiga esta suprema autoridad es sostenida como inválida. En segundo lugar, cada filosofía se ha proveído con una forma práctica de alcanzar el supremo estado de consciencia, de manera que aunque uno inclusive comience con el Pensamiento, el objetivo es llegar a la consciencia que está más allá del pensamiento mental. Cada fundador filosófico (tanto como los que continúan su trabajo y su línea de pensamiento) han sido pensadores metafísicos y además yoguis. Aquellos que fueron solamente intelectuales filosóficos fueron respetados por su sabiduría pero nunca llegaron al rango de descubridores verdaderos. Y las filosofías que carecían de suficientes medios poderosos de experiencias espirituales desaparecieron y llegaron a ser cosas del pasado porque ellas no eran dinámicas para el descubrimiento y la realización espiritual.

En el Oeste pasó justamente lo opuesto. El pensamiento, el intelecto y la razón lógica llegaron a ser consideradas más y más, como el medio más alto e inclusive el final máximo; en filosofía, el Pensamiento es el medio y el fin. Es por el pensamiento intelectual y la especulación que la verdad debe ser descubierta; inclusive, la experiencia espiritual ha sido convocada a pasar la prueba del intelecto para poder considerarla válida – justo el reverso de la posición India. Inclusive aquellos que ven que el Pensamiento mental debe ser sobrepasado y admiten el "Otro" supramental, no parecen escapar del sentimiento de que debe ser a través del Pensamiento mental, sublimándose y trasmutándose él mismo, que esa otra Verdad debe ser alcanzada y hecha para tomar el lugar de las limitaciones mentales y la ignorancia. Y de nuevo, el Pensamiento del Oeste ha cesado de ser dinámico; el ha buscado la teoría de las cosas, no la realización; el todavía era dinámico entre los antiguos Griegos, pero más bien en su moral y en su estética que en sus objetivos espirituales. Más tarde llegó a ser todavía, más puramente intelectual y académico; llegó a ser intelectual por especulación solamente sin ninguna forma ni medios prácticos para obtener la Verdad por experimentos, descubrimientos y transformaciones espirituales. Si no hubiera habido esta diferencia, no habría habido una razón para los buscadores, como usted mismo, que han ido al Este en busca de guía y dirección; porque en el puramente campo intelectual, los pensadores del Oeste son tan competentes como los sabios del Este. En el camino espiritual, la calle que llega más allá de los niveles intelectuales, la senda desde el ser exterior hasta el Yo interior, ha sido perdida por el exceso de intelectualidad de la mente Europea.

En los extractos de Bradley y Joachim que usted me ha enviado, está todavía el pensamiento intelectual acerca de lo que está más allá del mismo, llegando a conclusiones especulativas razonadas intelectuales más o menos. No es la dinámica para un cambio lo que eso trata de describir. Si estos escritores hubieran expresados en términos mentales alguna realización, inclusive mental; alguna experiencia intuitiva de ese "Otro más allá del Pensamiento", entonces uno de ellos que este listo para eso, podría sentirlo a través del velo del lenguaje que ellos usan, acercándose él mismo a la propia experiencia. O, si habiendo alcanzado la conclusión intelectual, ellos hubieran pasado a la realización espiritual, encontrando el camino o siguiendo uno ya encontrado, entonces en la persecución de sus pensamientos, uno podría auto prepararse para la misma transición. Pero no hay nada de esa clase en todo ese pensamiento acérrimo. Él permanece en el dominio del intelecto y en ese imperio no hay duda que es admirable; pero no llega a ser dinámico para la experiencia espiritual.

No es por el "pensar" la realidad total, sino por el cambio de consciencia, que uno puede pasar de la ignorancia al Conocimiento –el Conocimiento por el cual llegamos a ser lo que sabemos. El pasar de la consciencia externa a la consciencia interna, profunda y directa; el ampliar la consciencia fuera de los límites del ego y el cuerpo; el alzarla por una voluntad y aspiración interior y una apertura a la Luz hasta que ella pase en su ascenso más allá de la Mente; el hacer descender el Divino supramental a través de entregarse y rendirse con una consecuente transformación de la mente, la vida y el cuerpo – este es el camino integral hacia la Verdad.1 Es esto lo que llamamos aquí la Verdad y lo que se propone nuestro yoga.

 

Yoga no es un asunto de ideas sino de experiencia espiritual interna. El mero hecho de estar atraído por cualquier grupo de religiones o ideas espirituales no trae la realización. Yoga quiere decir un cambio de consciencia; una simple actividad mental no traerá un cambio de consciencia, solamente puede traer un cambio en la mente. Y si su mente es suficientemente inestable, ella cambiará de una cosa a la otra hasta el final, sin llegar a ningún camino seguro o ningún refugio espiritual. La mente puede pensar, dudar, preguntar, aceptar y rechazar, hacer formaciones y deshacerlas, decidir y revocar las decisiones, juzgar siempre en la superficie y por las indicaciones superficiales, y por lo tanto nunca llegar a ninguna experiencia profunda y firme de la Verdad, sin embargo por ella misma no puede hacer más. Hay solamente tres formas o caminos por los cuales ella puede hacerse ella misma un canal o instrumento de la Verdad. Ella debe silenciarse en el Yo y dar espacio a una consciencia más grande y amplia; o debe hacerse ella misma pasiva a la Luz interna y dejar que esa Luz la use como medio de expresión; o de otra manera ella misma debe cambiar de la mente superficial, intelectual e inquisitiva que es ahora, a una inteligencia intuitiva, una mente visionaria hecha para la percepción directa de la Verdad divina.

Si usted quiere hacer algo en la senda del yoga, usted debe decidir de una vez por todas el camino a seguir. No hay ningún beneficio en prepararse para el futuro y después continuar mirando constantemente hacia el pasado; en esa forma no llegará a ninguna parte. Si usted está atado a su pasado, regrese a él y siga su camino; pero si de otra manera, usted escoge esta senda, debe dedicarse a ella totalmente y no mirar hacia atrás a cada momento.

 

Acerca de las dudas y las respuestas argumentativas con ellos yo he renunciado hace mucho tiempo a esa práctica desde que la encontré inservible e inepta. El yoga no es un campo para la argumentación o disertación intelectual. No es por el ejercicio de la lógica o de la mente argumentativa que uno puede llegar al verdadero entendimiento del yoga y seguirlo. Un espíritu de duda, "una duda honesta" y el reclamo de que el intelecto estará satisfecho y hecho para juzgar en cada momento está muy bien en el campo exterior de la acción mental. Pero el yoga no es un campo mental, la consciencia que tiene que ser establecida no es una consciencia mental, lógica o argumentativa – inclusive hay una regla del yoga que dice que a menos o hasta que la mente se acalle, incluyendo la mente intelectual o lógica, y se abra ella misma en quietud o silencio a la consciencia, visión y conocimiento elevado y profundo, el sadhana no puede alcanzar su meta. Por la misma razón, una indiscutible apertura al Gurú se exige en la tradición espiritual India; y el culpar, criticar y atacar al Gurú, fue considerado motivo de reprimenda y un obstáculo posiblemente seguro en el sadhana.

Si el espíritu de duda puede ser vencido con argumentos, puede haber algo en esa demanda que tenga que ver con la satisfacción del uso de la lógica. Pero el espíritu de la duda, duda por su propia causa, por el fin de la duda misma; ella simplemente usa la mente como instrumento para su dharma particular y esto no minimiza cuando esa mente piensa que está buscando sinceramente por una solución a sus dudas honestas e incontrolables. Las posiciones mentales siempre difieren, por otra parte, es bien sabido que las personas pueden argumentar sin fin, sin convencerse unos a los otros. Ir perpetuamente respondiendo dudas persistentes y crónicas como las que por mucho tiempo han colmado este Ashram y obstruido el sadhana, es simplemente frustrar el objetivo del yoga e ir en contra de su principio central sin ninguna ganancia espiritual o de otra clase. Si cualquiera sobrepasa sus dudas fundamentales, es por el crecimiento de la psiquis en él, o por un engrandecimiento de su consciencia, y no de otra manera. Preguntas que lleguen del espíritu inquisitivo, que no sean agresivas o auto afirmativas, sino que sean parte del hambre de Conocimiento, pueden ser respondidas; pero el "espíritu de duda" es insaciable y belígero.

 

Fuera de las miles preguntas y respuestas hay solamente una o dos aquí y allí que realmente son de una ayuda dinámica – mientras que una sola respuesta interna o un pequeño crecimiento de consciencia hará lo que miles de preguntas y respuesta no pueden hacer. El yoga no prosigue por upadesa [instrucción, enseñanza] sino por influencia interna. El declarar su condición, sus experiencias, etc. y abrirse para la ayuda, es mucho más importante que las preguntas y respuestas.

 

Todo el mundo sabe, los pensadores espirituales y también los materialistas, que el mundo para los seres creados o naturalmente evolucionando en la ignorancia o en la Naturaleza inconsciente, no es un sendero de rosas, o una senda de jubilosa Luz. Es un trayecto difícil, una batalla y una lucha, y frecuentemente un crecimiento doloroso y variante, una vida rodeada de oscuridad, falsedad y sufrimiento. Ella tiene sus placeres mentales, vitales y físicos, pero estos solamente traen un sabor transitorio – del que todavía el yo vital no está dispuesto a abstenerse – y finalizan en repugnancia, fatiga y desilusión. Entonces ¿qué? Decir que el Divino no existe es fácil, pero eso no nos lleva a ninguna parte – te deja donde estás sin ningún prospecto o beneficio – ni Russel ni ningún materialista puede decirte a donde te diriges o inclusive a donde debes ir. El Divino no se manifiesta el mismo para ser reconocido en las circunstancias del mundo exterior – admisible de esa manera. Estos no son los trabajos de un dictador irresponsable en alguna parte – estas son las circunstancias del resultado del trabajo de unas Fuerzas de acuerdo con cierta naturaleza del ser; uno podría decir una cierta proposición o problema del ser en el cual nosotros hemos consentido en participar y cooperar. ¿Es el trabajo doloroso, incierto y sus vicisitudes imposibles de predecir o calcular? Hay dos posibilidades entonces, salirse de él en el Nirvana en la forma de los Budistas o Ilusionistas, o internarse en uno mismo y encontrar allí el Divino, dado que él no se puede encontrar en la superficie. Aquellos que han hecho el esfuerzo, y no han habido unos pocos sino cientos y miles, han testificado a través de las edades, que él está allí y que es por eso que existe el yoga. ¿Qué eso toma mucho tiempo? ¿Está el Divino escondido detrás de su velo grueso de Maya y no responde a nuestra llamada en seguida o en ninguna de las etapas primeras? ¿O solamente da un incierto vislumbre de él y luego se esconde otra vez esperando que nosotros estemos listos? Pero, si el Divino tiene algún valor, ¿no vale la pena tener algún problema o pasar algún trabajo y tiempo para seguirlo; y debemos insistir en tenerlo sin ninguna práctica, sacrificio, sufrimiento o problema? Es seguramente irracional hacer alguna demanda de tal naturaleza. Es seguro que tenemos que ir hacia adentro, al interior, detrás del velo, para encontrarlo; y es solamente entonces que podemos verlo afuera, en el exterior y el intelecto no estará muy convencido sino forzado a admitir su presencia por la experiencia – justo como cuando un hombre ve lo que ha negado y ya no puede negarlo más. Pero por eso, el medio y también la persistencia en la voluntad y la paciencia en la labor, deben ser aceptados.

 

Sus sueños ciertamente no fueron habladurías tontas: eso fue una experiencia interna y se le puede dar su valor completo. Y acerca de las otras preguntas, ellas están llenas de complicaciones y yo no me siento capaz de cortar el Nudo Gordiano [Alejandro Magno tras cumplir la profecía partiendo el Nudo Gordiano en dos con su espada, derrotó a Darío III en la famosa batalla de Issos (333 a. C.) en Frigia] con una frase u oración. Es muy cierto que usted está correcto en seguir directamente la Verdad por usted mismo y no necesita aceptar la proposición o solución de X o de cualquier otra persona. El hombre necesita ambos, la fe y la razón mientras él no haya alcanzado una seguridad interna y un mayor conocimiento. Sin fe el ciertamente no puede caminar por ningún camino; sin la razón el si puede muy bien caminar en la oscuridad, pero con la ayuda del bastón de la fe. El mismo X encontró su fe, si no con la Razón, si con las razones; y el racionalista, el maquinador, y el razonador deben tener alguna fe, inclusive si la fe es solamente en la Razón misma como algo eficaz y autorizado; justo como el creyente tiene fe en su fe como eficaz y autorizada. Pero todavía ambos son capaces de error, como debe de ser dado que ambos son instrumentos de la mente humana y su naturaleza es errar, y ellos comparten esas limitaciones. Cada uno de ellos debe caminar con la luz que tiene, aunque habrá lugares oscuros en los que ambos han de tropezar.

Todo eso, de cualquier modo, es algo distinto a la pregunta acerca de la presente civilización humana. No es eso lo que tiene que ser salvado; es el mundo el que tiene que ser salvado y eso seguramente será hecho, aunque no será tan fácil, tan rápido o en la forma como algunos desean o imaginan. El presente debe seguramente cambiar, pero el asunto es, si el cambio será por destrucción o por una nueva construcción sobre la base de una mayor Verdad. La Madre ha dejado la pregunta suspendida (sin responder) y yo solo puedo hacer lo mismo. Después de todo, el hombre sabio, a menos que sea un profeta o el Director del Bureau Astrológico de Madras debe frecuentemente de estar contento de tomar la posición de Asquithian. Ni el optimismo ni el pesimismo es la verdad: ellos son solo modalidades de la mente o modalidades del temperamento.

Dejemos entonces, sin un excesivo optimismo o un excesivo pesimismo, "esperar y observar".

 

La fe en las cosas espirituales que se le pide al sadhak no es una fe ignorante sino luminosa, una fe en la luz y no en la oscuridad. Es llamada ciega por el intelecto escéptico porque rehusa ser guiada por las apariencias exteriores o verdades aparentes, – porque ella busca por la verdad detrás de todo, – y porque no camina con las muletas de la prueba y la evidencia. Es una intuición, una intuición no solamente esperando por la experiencia para justificarla, sino una intuición que nos lleva a la experiencia. Si yo creo en la auto curación, después de un tiempo encontraré la forma de sanarme a mi mismo. Si yo tengo fe en la transformación, puedo terminar tomando el asunto en mis manos y desenredando el proceso de la transformación. Pero si comienzo con dudas, y continúo con más y más dudas, ¿qué tan lejos puedo llegar en mi búsqueda?

 

Y tocante a la pregunta de la fe y la duda, usted fervorosamente da a la palabra fe un sentido y un alcance que yo no le atribuyo. Yo tendría que escribir no una, sino varias cartas para clarificar la posición. Me parece que lo que usted quiere decir por fe es una creencia mental que en verdad es puesta ante que la mente y los sentidos en la forma dudosa de una aseveración insostenible. Yo quiero decir con eso, una convicción intuitiva dinámica, en el ser interno, de la verdad de las cosas super sensibles que no pueden ser probadas por la evidencia física pero que son el motivo de la experiencia. Mi punto es que esa fe es el deseo preliminar (si no es absolutamente indispensable – porque puede haber casos de experiencias no precedidas por la fe) a la experiencia deseada. Si yo insisto tanto en la fe – pero mucho menos en una fe positiva que no hacerle caso a una duda o una negación a primera vista – es porque encuentro que estas dudas y negaciones han llegado a ser un instrumento en las manos de las fuerzas obstructoras…

El por qué de yo llamarle a la negación materialista una negación a primera vista (a priori) es porque ella rehusa incluso considerar o examinar lo que ella niega pero comienza por negarlo como Leonard Woolf con su "charlatanería" dado que con eso contradice sus propias teorías, de manera que eso no puede ser verdad. Por otra parte, la creencia en el Divino, la Gracia, el yoga , el Gurú, etc. no es a primera vista, porque descansa en una gran masa de la experiencia humana que ha estado acumulándola a través de los siglos y los milenios tanto como la percepción intuitiva personal. Por lo tanto es una percepción intuitiva que ha sido confirmada por la experiencia de cientos y miles de esos que la han probado antes que yo.

 

Yo he comenzado a escribir acerca de la duda, pero al hacerlo he sido asaltado por ella al decidir si cualquier cantidad de escritura o cualquier otra cosa puede persuadir la eterna duda en el hombre la cual es el castigo /sanción de su ignorancia. En primer lugar, escribir adecuadamente significaría de sesenta a seiscientas páginas, pero ni seis mil páginas convincentes convencerían o persuadirían la duda. Porque la duda existe por su propio bien; su función es dudar siempre e inclusive cuando está convencida, todavía sigue dudando; es solamente cuando al persuadir su anfitrión dándole hospedaje y alojamiento que ella (la duda) pretende ser una honesta buscadora de la verdad. Esta es una lección que he aprendido por experiencia, la mía y la de otros; la única forma de terminar con esto es convertirse uno, en el detector de la verdad y la falsedad discriminándola, y cogiéndola desprevenida o con la guardia baja, abrir la puerta libremente con valor a la experiencia.

Como siempre, he comenzado a escribir, pero no empezaré con dudas sino con la demanda al Divino de obtener una certeza concreta, tan concreta como cualquier fenómeno físico captado por los sentidos. Ahora, ciertamente, el Divino debe ser tal certeza, no solamente concreta sino más concreta que cualquier cosa sentida por los sentidos del oído o la vista o el tacto en el mundo de la Materia; pero es una certeza no del pensamiento mental sino de la experiencia esencial. Cuando la Paz de Dios desciende sobre ti, cuando la presencia Divina está dentro de ti, cuando Ananda se abalanza hacia ti como el Océano, cuando tu está empujado como las hojas por el viento, por el aliento de la Fuerza Divino, cuando el Amor florece desde ti hacia toda la creación, cuando el Conocimiento Divino te inunda con una Luz que ilumina y transforma en un momento todo lo que antes era oscuro, triste, tenebroso, cuando todo lo que existe llega a ser parte de Una Realidad, cuando la Realidad te circunda, tu siente inmediatamente el contacto espiritual, por la visión interna, por el pensamiento iluminado y visionario, por la sensación vital e inclusive por el mismo sentido físico, donde quiera que ves, oyes y tocas solamente está el Divino. Entonces ya no puedes dudar o negarlo más de lo que tu puedes negar o dudar la luz del día o el aire o el sol en el cielo – porque de esas cosas físicas usted no puede estar seguro, porque ellas son lo que tus sentidos quieren que ellas representen; pero en las experiencias concretas del Divino, la duda es imposible.

En cuanto a la permanencia, usted no puede esperar permanencia desde el principio de la primera experiencia espiritual – solamente unos cuantos tienen eso e incluso para ellos la gran intensidad no está siempre allí; para muchos la experiencia llega y entonces se retira detrás del velo esperando que la parte humana esté preparada y lista para llevar y sostener firme su intensidad y además su permanencia. Pero dudarlo por esas circunstancias sería irracional en extremo. Uno no duda de la existencia del aire porque un viento fuerte no esté siempre soplando o de la luz del sol porque la noche sobreviene entre el crepúsculo y el amanecer. La dificultad descansa en la consciencia humana normal a la cual la experiencia espiritual llega como algo anormal y en verdad es supernormal. Esta normalidad limitada y débil encuentra su dificultad primeramente, para obtener cualquier toque de una experiencia supernormal mayor y más intensa que ella; o ella diluye esa experiencia en su propia sustancia insulsa e insensible de experiencia vital o mental, y cuando viene lo espiritual con su propio poder avasallador, no puede frecuentemente soportarlo, o si lo hace, no puede sostenerlo y mantenerlo. Sin embargo una vez que la brecha decisiva ha sido hecha en la pared construida por la mente en contra del Infinito, ella se agranda, algunas veces despacio, otras rápidamente, hasta que ya no existe la pared, y ahí está la permanencia.

Pero las experiencias decisivas no pueden traerse, la permanencia del nuevo estado de consciencia en los que ellos estarán normalmente, no puede estar segura si la mente está interponiéndose siempre con sus propias reservaciones, prejuicios y fórmulas ignorantes, o si ella, insiste en llegar a la certidumbre divina en la misma forma que ella llegaría a la verdad relativa completa de una conclusión mental, por el razonamiento, la duda, la indagación y toda esa parafernalia de sentimientos e incertidumbres Ignorantes que circundan y persiguen el Conocimiento; estas grandes cosas pueden solamente traerse por la apertura progresiva de una consciencia tranquila, dirigiéndose firme y constantemente hacia la experiencia espiritual. Si usted pregunta por qué el Divino ha dispuesto esto así con tantos inconvenientes, esa es una pregunta fútil /inútil / trivial – porque esto no es nada más ni nada menos que una necesidad psicológica impuesta por la misma naturaleza de las cosas. Eso es así, porque esas experiencias del Divino no son construcciones mentales ni movimientos vitales; ellas son cosas esenciales, no cosas meramente pensadas sino realidades, no sentidas mentalmente, sino experimentadas en nuestra misma esencia y sustancia fundamental. No hay duda que la mente está siempre allí y puede intervenir; ella puede y tiene su propio tipo de idealización acerca del Divino, de los pensamientos, de las creencias, de las emociones y de las reflexiones o meditaciones mentales de la Verdad espiritual, inclusive una clase de realización mental que repite tanto como ella puede alguna clase de forma de la Verdad superior, y todo esto tiene algún valor, pero no es concreto, ni profundo ni es indudable. La Mente por ella misma es incapaz de una certeza final; cualquier cosa que ella crea, ella lo duda; cualquier cosa que ella afirme, ella lo puede negar; cualquier cosa que ella defienda o sostenga, ella lo puede falsear. Eso, si usted lo dice, es su libertad, su derecho por hidalguía y su privilegio; eso puede ser todo lo que usted diga a su favor, pero por estos métodos de la mente usted no puede tener esperanzas (fuera del alcance del fenómeno físico e inclusive allí difícilmente) de llegar a algo que usted pueda llamar una certeza final. Es por esta razón predominante que el razonar e indagar acerca del Divino no puede por su propio derecho traer al Divino. Si la consciencia está siempre ocupada con pequeños movimientos mentales, – especialmente acompañados como ellos usualmente están, por una multitud de movimientos vitales, deseos, preocupaciones y todo eso que vicia o corrompe el pensamiento humano, – inclusive apartados por la insuficiencia natural de la razón, ¿qué espacio puede haber allí para un nuevo orden de conocimiento, para las experiencias fundamentales o para esos profundos y tremendos ascensos y descensos del Espíritu? Es definitivamente posible para la mente en el medio de sus actividades ser tomada de repente por sorpresa, abrumándola y arrasando con todo, mientras se inunda completamente con una violenta y repentina experiencia espiritual. Pero, si después ella comienza a interrogar, dudar, teorizar, hacer conjeturas de lo que esto podría ser, o si esto es verdad o no, ¿qué más puede hacer el poder espiritual, sino retirarse y esperar a que cesen las burbujas de la mente?

Yo haría una simple pregunta a aquellos que harían de la mente intelectual la norma y juzguen la experiencia espiritual. ¿Es el Divino algunas veces menos que la mente o es algo mayor? ¿Es la consciencia mental con sus indagaciones tentadoras, sus argumentos sin fin, su duda inextinguible, su lógica rígida y obstinada algunas veces superior o inclusive igual a la Consciencia Divina, o es algo inferior en su acción y posición o prestigio? Si es superior, entonces no hay razón para buscar el Divino. Si es igual, entonces, la experiencia espiritual es verdaderamente superflua. Pero, si es inferior, ¿cómo puede ella retar, juzgar, hacer el Divino pararse como un acusado o un testigo ante su tribunal y convocarlo a aparecer como un candidato para la admisión ante la Junta de Examinadores o prenderlo como un insecto debajo de su microscopio examinador? ¿Puede el animal vital sostener como infalible la norma de sus impulsos, asociaciones e instintos vitales, y juzgar, interpretar y profundizar a través ellos la mente del hombre? No puede, porque la mente del hombre es un poder mayor trabajando en una forma más amplia y más compleja, y la consciencia del animal vital no lo puede alcanzar. ¿Es igualmente muy difícil ver que la Consciencia Divina debe ser algo infinitamente amplio, más complejo que la mente humana, colmado con grandes poderes y luces, moviéndose en una dirección que la mente misma no puede juzgar, interpretar o profundizar por la norma de su razón falible y limitada de conocimiento incompleto? La simple verdad es que el Espíritu y la Mente no son la misma cosa y que es en la consciencia espiritual, donde el yogui tiene que entrar (en esto que estoy diciendo, yo no me he referido en ningún momento a la supermente) si él quiere estar en contacto o unión permanente con el Divino. Entonces, no es un capricho o una tiranía del Divino insistir en que la mente reconozca sus limitaciones, se acalle ella misma, desistiendo de sus demandas, abriéndose y rindiéndose a una Luz mayor de la que ella puede encontrar en su propio nivel oscuro.

Esto no quiere decir que la mente no tiene ningún lugar en la vida espiritual; pero si, que ella no puede ser justamente el instrumento principal, y mucho menos una autoridad a la que todas las decisiones y juicios se le deben someter, incluyendo la del Divino. La mente debe aprender de esa consciencia más grande a la que se está acercando, y no debe imponerle sus propia normas; ella tiene que recibir iluminación, abrirse a una Verdad superior, admitir un poder mayor que no trabaja de acuerdo a los cánones mentales, rendirse ella misma y dejar que su penumbra sea inundada desde arriba hasta donde lo ciego en ella, pueda ver, lo sordo pueda oír, lo insensible pueda sentir, y lo frustrado, lo incierto, la objeción y el la desilusión puedan tener regocijo, plenitud, certeza y paz.

Esta es la posición que el yoga sostiene, es una posición basada sobre una constante experiencia desde que los hombres comenzaron a buscar el Divino. Si esto no es verdad, entonces no hay verdad en el yoga y ninguna necesidad para él. Si esto es verdad, entonces es sobre esas bases, y desde el punto de vista de la necesidad de esta gran consciencia, que nosotros podemos ver si la duda es de alguna utilidad para la vida espiritual. El creer cualquier cosa o creerlo todo, no es algo que se le demande o se le pida al buscador espiritual; tal credulidad promiscua e imbécil no sería nada intelectual, sino que además en su más alto grado, no tendría nada de espiritual. En cada momento de la vida espiritual hasta que uno ha llegado completamente a entrar en la luz superior, uno tiene que estar alerta y ser capaz de distinguir la verdad espiritual de las imitaciones pseudo espirituales de ella o las verdades sustitutas preparadas por la mente y el deseo vital. El poder de distinguir entre las verdades del Divino y las mentiras de Asura es una necesidad fundamental o cardinal para el yoga. La pregunta es si eso puede ser hecho mejor por el método negativo y destructivo de la duda, que frecuentemente mata la falsedad pero rechaza también la verdad con el mismo empuje imparcial, o puede ser encontrada por el poder de una búsqueda más positiva que ayuda e ilumina y que no es dominada o sometida por su ignorancia inherente a encontrar la verdad y la falsedad de igual forma, con el estilete de la duda y el garrote de la negación. Una creencia mental ciega, confusa y que no distingue, no es la enseñanza de la espiritualidad y del yoga; la fe de la que se está hablando, no es una creencia mental tosca e imperfecta sino la fidelidad del alma a la luz interior que la guía, una fidelidad que tiene que permanecer hasta que la luz la guíe a entrar en el conocimiento.

 

Yo no pido a nadie una "fe ciega", todo lo que pido es una fe fundamental, salvaguardada por una discriminación paciente y tranquila – porque esas condiciones son propias de la consciencia del buscador espiritual y son las que yo mismo he usado y he encontrado que ellas remueven toda necesidad del dilema absolutamente injustificado de "que debes dudar todo lo suprafísico, o ser enteramente crédulo", disyuntiva que hace posible la existencia del argumento materialista. Puedo ver que su duda, constantemente regresa a la embestida con la repetición de esta fórmula a pesar de mi negación – la cual ayuda mi afirmación de que la Duda no puede ser convencida, porque por su propia naturaleza ella no quiere ser convencida; ella continúa repitiendo siempre las mismas causas, motivos y razones obsoletas.

 

Lo anormal abunda en el mundo físico y lo supernormal, también se encuentra en él. En este asunto, lejos de cualquier problema de fe, cualquier hombre verdaderamente racional con una mente libre (no los atados, como los racionalistas o los llamados libres pensadores, en cada momento con el triple cordón de una duda ciega e irracional) no debe protestar inmediatamente diciendo, "¡Impostor! ¡Falsedad" sino suspender el juicio hasta que el tenga la experiencia y el conocimiento necesarios. El negar en la ignorancia no es mejor que el afirmar en la ignorancia.

 

Cualquiera que sea la fuerza motriz que continuamente impulsa a la mente o lo vital, si hay en el ser, un verdadero buscador del Divino, ella, debe guiarlo eventualmente a la realización de Él. El alma interna tiene siempre el anhelo innato (ahaitukí) por lo Divino; el hetu o esa fuerza especial es simplemente un impulso usado por el alma para hacer que la mente y lo vital siga la urgencia interna. Si la mente y lo vital puede sentir y aceptar ese amor diferente del alma por el Divino, por su propia causa, entonces el sadhana obtiene su poder completo y muchas dificultades desaparecen; pero inclusive si no desaparecen, ellos obtienen lo que estaban buscando en el Divino y a través de eso ellos llegarán a realizar algo, inclusive el pasar más allá del límite del deseo original…Yo puedo decir que la idea de un Dios sin felicidad es absurda ¡que solamente la ignorancia de la mente puede engendrar! El amor Radha (la personificación del amor absoluto por el Divino. La palabra significa adoración y también delicia) no está basado en tal cosa, sino simplemente quiere decir que aunque algo se interponga en el camino del Divino, dolor o felicidad, milana [contacto, unión] o viraha [separación, ausencia del Amante Divino], y por muy largo que sea el tiempo que los sufrimientos perduren, el amor Radha siempre es firme y mantiene su fe y certeza, apuntando fijamente como una estrella, al objeto supremo del Amor.

¿Qué es esta Ananda, después de todo? La mente no puede ver en ella nada sino una condición psicológica agradable, – pero si ella fuera solamente eso, no podría ser ese éxtasis que los bhaktas y los místicos encontraron en ella. Cuando Ananda llega a ti, es el Divino el que llega, justo como la paz flota dentro de ti, es el Divino quien te invade, o cuando tu estás inundado de Luz, es la inundación del Divino mismo lo que está a tu alrededor. Por supuesto, el Divino es algo mucho mayor, muchas otras cosas además, y en todas ellas una Presencia, un Ser, una Persona Divina; porque el Divino es Krisna, es Shiva, es la Madre Suprema. Pero a través de Ananda usted puede percibir el Anandamaya Krisna, porque Ananda es el cuerpo sutil y el ser de Krisna; a través de la Paz usted puede percibir el Shantimaya Shiva; en la Luz, en el Conocimiento enviado, el Amor y el Poder de levantar y realizar usted puede encontrar la presencia de la Madre Divina. Es esta percepción la que hace las experiencias de los bhaktas y los místicos tan arrobadoras y los capacita más fácilmente a pasar las noches de angustia y separación; cuando hay esta percepción del alma, ella le da a Ananda una fuerza o valor, que por muy pequeña o fugaz que sea, de otra manera no se podría tener, y Ananda misma acumula por esa experiencia un poder creciente para quedarse, regresar y aumentar.

Yo no puedo muy bien responderle a Russell sus narraciones anormales, porque la concepción del Divino como un Poder omnipotente externo que ha creado el mundo y lo gobierna como un monarca absoluto y arbitrario – la concepción Cristiana o Semítica – nunca ha sido la mía; ella contradice completamente mi experiencia y visión durante treinta años de sadhana. El reparo de los ateos está basado en esta idea – porque el ateísmo en Europa ha sido la reacción vacía y preferiblemente frívola en contra de una religiosidad exotérica vacía y frívola y sus ideas dogmáticas populares, inadecuadas y crueles. Pero cuando yo hablo de la Voluntad Divina, quiero decir algo diferente, – algo que ha descendido aquí en un mundo Ignorante que está evolucionando, y que está detrás de todo presionando en la Oscuridad con su Luz, guiando los asuntos presentes hacia lo mejor posible en las condiciones de un mundo de Ignorancia y guiándolo eventualmente hacia el descenso de un poder superior del Divino que no será un retroceso omnipotente y acondicionado por las leyes del mundo como son, sino una acción completa y por lo tanto trayendo el reino de la luz, la paz, la armonía, la felicidad, el amor, la belleza y Ananda, porque esas cosas son la Naturaleza Divina. La Gracia Divina está allí lista para actuar a cada momento, pero ella se manifiesta a medida que uno crece fuera de la Ley de la Ignorancia en la Ley de la Luz, y eso quiere decir, no un capricho arbitrario, no obstante milagroso frecuentemente en sus intervenciones, sino como una ayuda en ese crecimiento y una Luz que guía y eventualmente libera. Si tomamos las verdades del mundo y las verdades de la experiencia espiritual como el todo que son, ninguna de ellas pueden ser negadas o abandonadas, entonces, yo no veo que otro Divino puede haber allí. El Divino puede guiarnos frecuentemente a través de la oscuridad, porque la oscuridad está aquí dentro y alrededor de nosotros, pero es hacia la Luz que Él nos está guiando y no a ninguna otra cosa.

 

Lo peculiar acerca de la representación errónea que el intelecto hace de lo "Inmaterial" (el resultado de una simple expresión negativa o algo que es imposible de expresar íntima o positivamente) es que está muy bien hecha y toca la verdad en el mismo centro. Nadie que ha tenido la Ananda del Brahman puede hacer nada o decir nada sino sonreír al ser acusado de frialdad; hay una absolutividad de éxtasis inmutable en eso, una intensidad de silencio concentrado y un arrobamiento inalienable, que es imposible inclusive, sugerírselo a alguien que no ha tenido al experiencia. La Realidad eterna ni es fría, ni seca, ni vacía; usted puede si quiere hablar de la luz del sol en el medio del verano como fría, o del océano como seco o completamente vacío; pero cuando usted entra en esa Realidad por la eliminación de la forma y todo lo demás, ella se embravece y agranda como un milagro completo en toda su extensión – eso es verdaderamente el Purnam; cuando se entra en ella tanto afirmativamente como por negación, ¡no puede haber obviamente, ninguna cuestión o nada que tenga que ver con el vacío o la sequedad! Todo está allí y más de lo que uno puede soñar como el todo. Eso es el porque uno tiene que objetarle al intelecto que él mismo se crea como el sab-jãntã (todo sapiencia) el juez: si el intelecto se mantiene en sus propio límites, no habría objeción para él. Pero él, hace construcciones de palabras e ideas que no tienen aplicaciones para la Verdad, balbuceando cosas tontas en su ignorancia y haciendo de sus construcciones una pared que rehusa dejar entrar la Verdad, la que lo sobrepasa en sus mismas capacidades y alcance.

 

Si uno está ciego, es completamente natural – porque la inteligencia humana es después de todo, en su máximo, más bien una cosa imbécil – el negar la luz del día: si la mejor visión natural de uno es esa de una vislumbre empañada, es igualmente natural creer que esa es la mejor visión que todos pueden tener. Pero, la Luz existe para todo eso – y la Verdad Espiritual es más que una visión empañada.

En referencia a lo que el profesor Sorley ha escrito sobre El Enigma de este Mundo, el libro por supuesto, no fue escrito como una exposición completa o directa de mi pensamiento, y como fue principalmente escrito para los sadhaks, muchas cosas allí fueron dadas por sentadas. La mayoría de las ideas principales – como por ejemplo la mente suprema – fueron dejadas sin ninguna elucidación o explicación. Para hacer que el intelecto comprenda clara y significativamente las ideas, ellas deben ser presentadas con precisión y en una forma intelectual – lo mejor que sea posible con las cosas supra intelectuales. Lo que está escrito en el libro puede ser claro para aquellos que han ido lo suficientemente lejos en la experiencia, pero para un gran número, solamente puede ser sugerido.

Sin embargo, yo no pienso que la declaración de la cosas supra intelectuales, necesariamente implica, hacer distinciones en los términos del intelecto. Porque fundamentalmente, no es una expresión de ideas llegando a una conclusión por el pensamiento especulativo. Uno tiene que llegar al conocimiento espiritual a través de la experiencia y de la consciencia de las cosas que procede directamente de esa experiencia o de otra que esté basada o se relacione con ella. Entonces, esta clase de conocimiento es fundamentalmente una consciencia y no un pensamiento o una idea formulada. Por ejemplo, mi primera experiencia grande – radical y abrumadora, aunque no resultó terminante y agotadora – vino después y por la exclusión y el silencio de todo pensamiento – primeramente hubo lo que se puede llamar una sustancial espiritualidad o una consciencia concreta de quietud y silencio, entonces apareció la consciencia de alguna Realidad suprema y única en cuya presencia las cosas existieron solamente como formas, pero formas completamente insustanciales, irreales y de ninguna forma concretas; sin embargo todo esto fue aparente /visible / manifiesto a una percepción espiritual y esencial y un a sentido impersonal y no hubo ni el menor concepto o idea de realidad o irrealidad o ninguna otra noción, porque todos los conceptos o ideas fueron enmudecidos o mejor dicho estuvieron completamente ausentes en la absoluta quietud. Estas cosas fueron percibidas directamente a través de la consciencia pura, de manera que no hubo ninguna necesidad de conceptos, palabras o nombres. Al mismo tiempo esta experiencia espiritual de carácter fundamental no es en absoluto limitativa; ella puede existir sin pensamientos, aunque también puede existir con ellos. Por supuesto, la primera idea de la mente sería que el recurso del pensamiento lo trae a uno de regreso de inmediato al dominio del intelecto – primeramente y por largo tiempo eso puede pasar; pero no es mi experiencia que eso es inevitable. Eso pasa cuando uno trata de hacer una narración intelectual de lo que uno ha experimentado; pero hay otra clase de pensamiento que surge como si fuera un cuerpo o forma de la experiencia o de la consciencia involucrada en ella – o de una parte de esa consciencia – y no me parece que sea de carácter intelectual. Esa clase de pensamiento tiene otra luz, otro poder en él, un sentido dentro de lo sentido. Es como esos pensamientos que llegan sin la necesidad de palabras para formarlos, pensamientos que son de una naturaleza que ve directo en la consciencia, inclusive de la clase que tiene un sentido íntimo de contacto formulándose a si mismo en una expresión precisa de lo que sabe o es consciente (yo espero que esto no sea muy místico o incomprensible); pero eso puede decir o nos da a entender, que directamente los pensamientos al convertirse en palabras pertenecen al reino del intelecto – porque las palabras son la invención y el proceso del intelecto. Pero, ¿es esto verdadero o inevitable? Siempre me ha parecido que las palabras vienen originalmente de otro lugar que no es la mente pensante, aunque la mente pensante las coge para su uso y las diseña y arregla libremente para trasmitir sus propósitos. Pero inclusive en otras circunstancias, ¿no es posible usar las palabras para las expresiones de algo que no es intelectual? Housman sostiene que la poesía es perfectamente poética solamente cuando no es intelectual, cuando ella no tiene sentido. Eso es muy paradójico, pero supongo que lo que él quiere decir es que si la poesía es expuesta al examen estricto del intelecto, ella luce extravagante porque comunica algo que expresa, y es real para una clase de visión diferente a la que el pensamiento intelectual no llega. ¿No es posible que las palabras puedan surgir, que el lenguaje pueda ser usado para expresar – por lo menos hasta cierto punto y en cierta forma – la consciencia supra intelectual que es el poder esencial de la experiencia espiritual? Esto, de cualquier modo ocurre por supuesto, – cuando uno trata de explicar la experiencia espiritual al intelecto mismo, entonces es otra cosa.

La interpenetración de los planos es verdaderamente para mi una parte esencial y fundamental de la experiencia espiritual sin la cual, el yoga como yo lo practico y sus propósitos, no podrían existir. Porque ese propósito es, el manifestar, alcanzar o abrazar una consciencia superior sobre la tierra, y no, el apartarse de la tierra en un mundo superior o algún Absoluto supremo. Los antiguos yogas (no enteramente todos) se inclinaban hacia el otro lado – pero yo pienso que eso fue, que encontraron la tierra un lugar imposible para cualquier ser espiritual y la resistencia al cambio muy obstinada para ser soportada; la naturaleza de la tierra los miró con la misma actitud de la similitud de Vivekananda cuando nos habló del rabo del perro, que cada vez que usted lo estira regresa a su curva original. Pero la proposición fundamental en este asunto fue proclamada definitivamente en los Upanishads, que fue tan lejos y tan explícita como para decir, que la Tierra es la fundación, y todos los mundos están sobre la tierra, y el imaginar un rompimiento o una diferencia irreconciliable entre ellos es ignorancia: la divina realización debemos obtenerla aquí y no buscarla en otro mundo. Esta declaración fue usada para justificar una pura realización individual, pero igualmente puede ser la base de una tentativa y esfuerzo más amplios.

Acerca del politeísmo, ciertamente yo acepto la verdad de las muchas formas y personalidades del Uno, lo que desde los tiempos de los Vedas ha sido la esencia espiritual del politeísmo Indio – un aspecto secundario en la forma de ver al Uno y único Divino. Pero el pasaje referido por el profesor Sorley1 se trata de otra cosa – de los pequeños endiosados y Titanes hablando de que hay seres suprafísicos en otros planos. No debe ser sugerido que ellos son Divinidades reales y que tienen el derecho a ser adorados – por el contrario se ha indicado, que aceptar sus influencias es dirigirse hacia el error y a la confusión o al desvío del verdadero camino espiritual. No hay duda, que ellos tienen algún poder para crear, ellos son hacedores de formas en su propia manera y en su dominio limitado, pero los hombre también son creadores de cosas externas y también internas en su dominio y sus límites propios – e inclusive, los poderes creativos del hombre pueden tener repercusiones en los niveles supra físicos.

Yo estoy de acuerdo que el ascetismo puede ser exagerado. El tiene su lugar como un medio – no el único – de dominio propio; pero el ascetismo que se aparta completamente de la vida es una exageración, aunque la persona que ha tenido muchos resultados extraordinarios practicándolo, quizás no hubiera podido llegar a ellos de otra forma. El juego de las fuerzas en el mundo es enigmático, no aplica a ninguna regla o razón, e inclusive una exageración como esa es frecuentemente usada o empleada para traer algo que se necesita para el desarrollo completo del conocimiento, logro y experiencia humana. Pero eso fue una exageración completa y no como se pretende que sea, el sendero indispensable para llegar a la meta verdadera.

 

Yo no encuentro nada que objetar al comentario del profesor Sorley sobre la mente quieta, brillante y clara, porque eso indica muy adecuadamente el proceso por el cual la mente se auto prepara en quietud y calma para la meditación y manifestación de la Verdad superior en su superficie o sustancia externa. Una cosa quizás necesita ser considerada – esa quietud pura de la mente es siempre la condición que ha de requerirse, el desideratum; pero para lograrla, hay más de una forma. Por ejemplo, no es solamente por un esfuerzo de la mente misma, que uno puede despejarse de toda emoción o pasión intrusa o de sus propias vibraciones características, o de las emanaciones oscuras de la inercia física que trae el sueño o letargo de la mente, en lugar de su silencio vigilante donde las cosas pueden ser hechas – porque esto es solamente el proceso ordinario de la senda del yogui hacia el conocimiento. Eso también puede pasar por un descenso de lo alto, de una gran quietud espiritual imponiendo el silencio en la mente, el corazón, el estímulo de vida y los reflejos físicos. Un descenso súbito de esta clase o una serie de descenso acumulativos en fuerza y eficacia es un fenómeno bien conocido de la experiencia espiritual. O también, uno puede comenzar un proceso de una clase u otra para el propósito que normalmente significaría una labor larga pero sería aprovechado, inclusive en los primeros pasos, por una rápida intervención o manifestación del Silencio con un efecto fuera de toda proporción para los medios usados al comenzar. Uno comienza con un método, pero el trabajo es hecho por la Gracia desde lo alto, desde Eso al cual uno aspira o una irrupción / invasión de infinidades del Espíritu. Fue en esta ultima forma que yo mismo llegué al absoluto silencio de la mente, inimaginable antes para mi, de que tuviera esta actual experiencia.

Hay otra peculiaridad que tiene bastante importancia, – la naturaleza exacta de esta brillantez , claridad y quietud, – de lo que la constituye, sea meramente una condición psicológica o algo más. El profesor Sorley dice que estas palabras son después de todo metáforas y el quiere lograr expresar la misma cosa en un lenguaje más abstracto. Pero yo no estaba consciente de usar metáforas cuando escribí la frase, aunque si lo estoy de que las palabras pueden sonarle o parecerle a otros en esa forma. Yo pienso que ellas, le parecerían a uno que haya tenido inclusive la mitad de la misma experiencia, no solamente una descripción de ese estado interior más vivida sino más exacta, que cualquier lenguaje abstracto podría dar. Es verdad que las metáforas, los símbolos y las imágenes, son constantes auxiliares requeridos por el hombre místico para las expresiones de sus experiencias: eso es inevitable porque él tiene que expresar, en un lenguaje hecho, o por lo menos desarrollado y manipulado por la mente, el fenómeno de una consciencia que no es mental y al mismo tiempo más compleja y más sutilmente concreta. Es esta concreta sutileza, esta realidad sensible super sensual del fenómeno de esa consciencia a la cual los místicos llegan, la que justifica el uso de la metáfora y la imagen como una transcripción más viva y exacta, que la que los términos abstractos de la reflexión intelectual emplea en sus propios procesos característicos. Si las imágenes usadas son confusas o no correctamente descritas, es porque el escritor tiene una fuerza de expresión inadecuada a la intensidad de su experiencia. El científico habla de las ondas de la luz o de sonido y haciendo eso él usa una metáfora, pero una metáfora que corresponde a una verdad física y es perfectamente aplicable – porque no hay razón por la cual no debe haber una onda o un movimiento de luz o de sonido fluyendo constantemente al igual que de agua. Pero cuando yo hablo de la brillantez, la claridad y la quietud de la mente, no tengo ninguna intención de construir una metáfora para ayudarme en mi descripción. Mi intención fue hacer una descripción tan precisa y positiva como si yo estuviera describiendo en la misma forma una expansión de aire o una lámina de agua. Porque la experiencia mística de la mente – especialmente cuando ella se aquieta – no es una condición abstracta, o una caída, o algún elemento inalcanzable de la consciencia, es una experiencia de una sustancia sutil extendida en la que puede haber y hay ondas, corrientes y vibraciones que no son materiales pero todavía son definidas, perceptibles, y se pueden controlar por un sentido interno como cualquier movimiento de energía o sustancia material por los sentidos físicos. La quietud de la mente quiere decir primeramente la desaparición de los movimientos habituales del pensamiento, formaciones pensantes y corrientes de pensamientos que agitan la sustancia de la mente y que para muchos es un silencio mental suficiente. Pero inclusive en este reposo de todo movimiento de pensamiento o emociones, cuando uno lo observa más de cerca, uno ve que esta sustancia - mente está en un estado constante de vibración muy sutil y difícil de observar al principio, haciéndose después más evidente – y el estado de vibración constante puede ser dañino a la reflexión o recepción exacta de la Verdad descendiente como cualquier otro movimiento pensante que se forme – porque ellos son la causa de una mentalización que puede disminuir o distorsionar la autenticidad de la Verdad superior o separarlas en refracciones mentales. Cuando yo hablo de una mente quieta, quiero decir una mente en que esas interrupciones ya no están ahí. A medida que ellas se apaciguan uno puede sentir el aumento de la quietud y una claridad consecuente palpable, al igual que uno puede percibir la quietud y la claridad de una atmósfera física. Lo que describo como la brillantez – este es otro elemento – se resuelve o clarifica por el fenómeno de la Luz, que usualmente ocurre en la experiencia mística. Esa Luz no es una metáfora – como cuando Goethe pidió por más luz en sus últimos momentos – ella misma se representa como una iluminación muy positiva, viéndose y sintiéndose realmente, por un sentido interno. La brillantez de una mente quieta y clara es también una reflexión positiva de esta Luz, antes que la Luz misma se manifieste – y esta reflexión de la Luz es una condición muy necesaria para la capacidad de crecimiento de penetrabilidad de la Verdad que uno tiene que recibir y laborar. Yo he hecho énfasis en esta parte de lo expuesto porque ayuda a exponer la diferencia entre la percepción mental abstracta y la percepción mística concreta de las cosas suprafísicas que es la causa del mal entendimiento entre el buscador espiritual y el intelectual. Inclusive cuando ellos hablan el mismo lenguaje hay un orden diferente de percepción, ya que el lenguaje se refiere a los productos de dos diferentes grados de consciencia e inclusive en su acuerdo hay frecuentemente un cierto espacio (golfo) de diferencia.

Eso nos lleva derecho a la pregunta hecha por el Profesor Sorley, ¿Cuál es la relación de la experiencia mística o espiritual y si es verdad, como se sostiene o afirma, que el místico debe, aceptar el intelecto como un juez, para la validez de su experiencia por si misma o para la validez de su expresión? Está muy claro, que en la experiencia misma, el intelecto no puede imponer sus límites o sus leyes, en un trabajo en el cual el objetivo en si, el principio y el asunto, es ir más allá del dominio de las reglas ordinarias de la tierra y los sentidos de la inteligencia mental. Es como si me hubieran dicho que escalara una montaña con mis pies atados a una soga a la tierra, o que volara con la condición que mantuviera mis pies sobre la tierra mientras lo hago. Podría ser la cosa más segura el caminar sobre la tierra, estar en tierra firme siempre y el ascender con alas, o de otra forma se podría arriesgar uno a un colapso y a toda clase de accidentes por error, ilusión, extravagancia, alucinación, o qué podríamos decir – las consecuencias normales de un intelecto positivo que camina sobre la tierra, en vez de la experiencia mística; pero tengo que arriesgarme si quiero hacer todo eso. El intelecto razonador se basa él mismo en la experiencia normal del hombre y en los trabajos de la percepción y los conceptos de las cosas externas en la superficie, que está siempre a su conveniencia ya que trabaja solamente sobre la base mental formada por las experiencias de la tierra y su información o data acumulada (organizada por el análisis y uso de la razón). El místico va más allá, en una región donde la base mental se retira , donde esa data es sobrepasada y donde hay otra ley y otro canon de percepción y conocimiento. Su empresa completa es pasar a través de esos límites a otra consciencia que mira todas las cosas en una forma diferente, y aunque esta nueva consciencia puede incluir data de la inteligencia externa ordinaria ella no puede ser limitada por ella u obligada ella misma a ver desde el punto de vista intelectual o a estar de acuerdo con su forma de concebir, razonar y establecer una interpretación de las experiencias. Un místico que entra en el dominio de lo oculto o del espíritu con el intelecto como su sola guía o luz suprema, arriesgaría el no ver nada o solamente llegar a una realización mental ya entregada a él anteriormente, por la especulación del pensador espiritual.

No hay duda que hay una fuerza de pensamiento espiritual en la India que se compromete con la demanda intelectual moderna y admite la Razón como el juez supremo, pero ellos hablan de una razón que con el tiempo se prepara para comprometerse y a aceptar la data de la experiencia espiritual como válida por si misma (per se). Eso, en un sentido, es justamente lo que lo filósofos Indios siempre han hecho; porque ellos han tratado de establecer generalizaciones inferidas de las experiencias espirituales en la luz del razonamiento metafísico, pero en las bases de esa experiencia y con la evidencia del buscador espiritual como una prueba de grado supremo mucho mayor que la especulación o experiencia intelectual. En esa forma, la libertad de experiencia espiritual y mística es preservada, el razonamiento intelectual llega solamente en segundo lugar como un juicio de las afirmaciones generalizadas surgidas de la experiencia. Esto es, yo presumo, algo semejante a la posición del Profesor Sorley – el admite que la experiencia misma es del dominio del Inefable, pero tan pronto como yo comienzo a interpretarla y a declararla, caigo en el dominio de la mente pensante, uso sus términos y formas de pensamiento y expresión y debo aceptar el intelecto como juez. Si no lo hago, estoy empujando la escalera por la cual he subido – a través de la mente hacia Más Allá de Ella – quedándome en el aire sin ningún sostén. No está verdaderamente claro si la verdad de mi experiencia misma está supuesta a invalidarse por esta posición en el aire sin soporte, pero de cualquier manera ella permanece algo alejada e incomunicable, sin ayuda o sin consecuencias para el pensamiento o la vida. Hay tres proposiciones unidas que podemos admitirlas y tomarlas como base. La primera es, que la experiencia espiritual es en si misma y sin duda alguna, superior a la Mente, es inefable, y presumo, impensable. La próxima es, que en la expresión, y la interpretación de la experiencia usted está obligado a retroceder al dominio de la consciencia que dejó atrás, y por lo tanto debe atenerse a sus juicios, aceptar sus términos y cánones de su ley, y someterse a su veredicto; usted ha abandonado la libertad del Inefable y él ha dejado de ser su señor. Y por último, la verdad espiritual puede ser una verdad en si misma y en su propia expresión, pero cualquier declaración acerca de ella es propensa a errar, y ahí, el intelecto es el único juez.

Yo no pienso que estoy preparado a aceptar ninguna de esas declaraciones como son completamente. Es verdad que la experiencia espiritual y mística lo transporta a uno al dominio de La Otra Mente (y también La Otra Vida) y entonces Más Allá de la Mente; es verdad también, que la Verdad última se describe como, impensable, inefable e inalcanzable – la palabra no puede describirla ni la mente puede llegar a ella; yo puedo observar que es así para la mente humana pero no para ella misma – porque para ella misma se describe como consciente de si misma, en alguna forma de conocimiento supramental y de sabiduría eternamente consciente de si misma. Y aquí la cuestión no es la realización última del Inefable final que, de acuerdo con muchos, solamente puede ser alcanzado en un trance supremo, Samadhi, retirándose de todo lo mental exterior u otra consciencia; sino la experiencia en un silencio luminoso de la mente que observa en la infinitud del último silencio ilimitable en el cual ella (la mente) va a trascender y desaparecer, pero antes de esa experiencia indescriptible del Final o la desaparición en ese silencio, es posible un descenso de por lo menos algún Poder o Presencia de la Realidad en la sustancia de la mente junto con una modificación de esa sustancia - mente y una iluminación de ella; y de esta experiencia una expresión de alguna clase; es posible un rendimiento de los pensamientos, por lo que puedo comprender. O supongamos que el Inefable y Desconocido puede tener representaciones o aspectos de él que no son enteramente impensables e inefables.

Si eso no fuera así, todo el valor de la verdad y experiencia espiritual sería imposible. Cuando más, uno puede especular acerca de eso, pero eso sería una actividad vacía, sin sostén o data, una mera manipulación de todas las posibles ideas de lo que puede ser él Supremo y el Último. Aparte de eso, podría haber solamente una cierta transición responsable de una forma u otra de la consciencia a una Superconsciencia incomunicable. Eso es verdaderamente lo más que la búsqueda mística realmente alcanza en Europa y la India. Los Cristianos místicos hablaron de una oscuridad total, una oscuridad completa e intocable por cualquiera de las luces mentales, a través de la cual uno debe pasar al Inefable luminoso. Los Sanyasis de la India buscaban desprenderse de la mente completamente pasando a un trance sin pensamiento, desde el cual, si uno regresa, no puede traer ninguna comunicación o expresión de lo que hay allí, excepto una cierta remembranza de una existencia y bienaventuranza desconocida.

 

Yo he leído el artículo de Leonard Woolf, pero no me propongo hablar de él en mis comentarios sobre la carta del Profesor Sorley – porque aparte de la denuncia ignorante y la sátira barata de que se habla, no hay nada más en su declaración del caso en contra del pensamiento o la experiencia espiritual; su razonamiento es superficial y brota de un total malentendido del ejemplo de los místicos. Hay cuatro argumentos principales que él expone en contra de eso, y ninguno de ellos tiene valor.

Argumento número uno. El misticismo y los místicos siempre han surgido en tiempos de decadencia; de la decadencia de la vida y su ruidosa charlatanería que es uno de sus síntomas. Este argumento es absolutamente falso. En el Este, los grandes movimientos espirituales ha surgido en la vida y la cultura de los pueblos cuando han estado en su apogeo, dándose ellos mismos un poderoso impulso de expresión y riqueza a sus pensamientos, a su Arte y a su vida; en Grecia los místicos y los misterios estaban allí en el principio prehistórico y en el medio (Pitágoras fue uno de los grandes místicos) y no solamente en la decadencia y la declinación; los cultos místicos florecieron en Roma cuando su cultura estaba en el pináculo; muchas grandes personalidades espirituales de Italia, Francia, y España surgieron de una vida rica y vivida que no tenía nada que ver con la decadencia. Esta precipitada y estúpida generalización no es verdad y por lo tanto no tiene ningún valor.

Argumento número dos. Una experiencia espiritual no puede tomarse como una verdad (es una quimera) a menos que se pruebe justamente como la presencia de una silla en el próximo cuarto puede ser probada enseñándosela a los ojos (mirándola). Por supuesto, una experiencia espiritual no puede ser probada en esa forma, porque no pertenece al orden de las verdades físicas y no es visible o tocable físicamente. La proposición del escritor equivaldría a esto, eso solamente que es o puede fácilmente ser evidente a todo el mundo sin ninguna necesidad de entrenamiento, desarrollo, equipo o descubrimiento personal que es aceptado como verdad. Esta es una posición que si es aceptada, confinaría al conocimiento o la verdad a unos límites muy estrechos y se desprendería de una gran cantidad de cultura humana. Una paz espiritual – la paz que va más allá de todo entendimiento – es una experiencia común de los místicos de todo el mundo, es una verdad pero una verdad espiritual, una verdad del invisible y cuando uno entra en ella o ella entra en uno, uno sabe que es una verdad de la existencia y que está ahí todo el tiempo detrás de la vida y las cosas visibles. Pero, ¿cómo voy a probar estas verdades invisibles al Sr. Leonard Woolf? Él viraría la espalda diciendo que, ésta es la charlatanería común de la decadencia, y continuaría su camino despreciativamente – quizás para escribir otro artículo hábilmente vacío sobre algún asunto del cual, él no tiene ningún conocimiento o experiencia personal.

Argumento número tres. Las generalizaciones basadas en la experiencia espiritual son tanto irracionales como improbables. ¿Irracional en qué sentido? ¿Son ellas meramente tontas e inconcebibles, o pertenecen a la experiencia de orden supra racional al cual los cánones intelectuales ordinarios no aplican porque ellos están fundados en el fenómeno como aparece a la mente externa y a los sentidos y no a la realización interior que sobrepasa esos fenómenos? Ese es el argumento de los místicos y no puede ser eliminado solamente diciendo que esas generalizaciones no están de acuerdo con la experiencia común y por lo tanto ellas no tienen sentido y son falsas. Yo no asumo la defensa de todo lo que Joad o Radhakrishnan puedan haber escrito – como la declaración de que "el universo es bueno" – pero no puedo admitir acerca de muchas de estas declaraciones condenadas por el escritor, que ellas son irracionales completamente. La "Integración de la Personalidad" puede que no tenga ningún significado para él, pero tiene un muy claro significado para mi, porque es la verdad de la experiencia – dado que hay en nuestro ser no solamente una parte consciente sino una inconsciente o subconsciente o indefinible escondida y no es imposible, el llegar a ser consciente de ambas y hacer alguna clase de integración. Transcenderlas a ambas también puede tener un significado racional si admitimos que, como hay una parte subconsciente también puede haber una parte super consciente en nuestro ser; armonizar partes diferentes de nuestra naturaleza o nuestra experiencia no es nada ridículo ni tampoco es una frase sin significado. No es absurdo decir que la doctrina del Karma armoniza el determinismo y el libre albedrío, dado que eso supone que nuestra propia acción pasada y por lo tanto nuestra voluntad pasada determina en gran medida los resultados presentes, pero no de manera que excluya una voluntad presente modificándolos y creando una determinación nueva de nuestra existencia que aún no ha llegado a ser. La frase acerca del valor del mundo es verdaderamente comprensible cuando vemos que ella se refiere a un valor progresivo, no determinado por la experiencia buena o mala de ese momento, un valor de una existencia desarrollándose a través del tiempo y considerada como un todo. Y acerca de la declaración de Dios, no tiene significado si se usa en conección con la idea superficial del Divino corriente en la religión popular, pero es un resultado perfectamente lógico de la premisa de que hay un Infinito y Eterno que se manifiesta en si mismo en el Tiempo y cosas que son finitas fenomenalmente (conocidas o derivadas a través de los sentidos). Uno puede aceptar o rehusar esta idea compleja del Divino que está fundada en coordinación con la información de la larga experiencia espiritual pasada por miles de buscadores de todos los tiempos, pero yo fallé en ver por qué ella debería ser considerada irrazonable. Si es porque quiere decir "tenerla no solamente en ambas formas sino en cada forma", no veo por qué eso debería ser tan reprensible e inadmisible. Puede haber, después de todo, una visión y consciencia de las cosas sintética y global que no es limitada por las oposiciones y divisiones de una mera inteligencia analítica y selectiva o criticadora /separativa.

Argumento número cuatro. El alegato de la intuición es solamente una cubierta para disimular la inhabilidad de explicar o establecer, a través del uso de la razón – la razón de Joad y Radhakrishnan, y refugiarse en la intuición donde su razonamiento falla. ¿Puede el asunto ser resuelto en una forma tan fácil y perspicaz? La verdad es que lo místico depende de un conocimiento y una experiencia interna; pero si él filosofa, el debe tratar de explicar a la razón, aunque no necesariamente siempre usando la razón para ello, qué es lo que él ha visto que le parece que es la verdad, o qué es lo que él cree que sea la verdad. Él no puede, sino decir, "Yo estoy explicando una verdad que está más allá del fenómeno exterior y la inteligencia que depende de eso; esa verdad realmente depende de cierta clase de experiencia directa y el conocimiento intuitivo que llega de ella; y no puede ser comunicada adecuadamente por símbolos apropiados al mundo del fenómeno exterior, y todavía estoy obligado a hacer lo mejor que pueda con eso para ayudarme hacer alguna declaración que sea aceptable intelectualmente para ustedes." Por lo tanto, no hay una astucia malvada o deshonesta en usar metáforas y símbolos con cautela, "como fue hecho", en el símil del enfoque, que seguramente no tuvo por objeto usarse como un argumento sino como una imagen de sugerencia. Puedo observar claramente, que el escritor mismo se refugia en la metáfora frecuentemente, comenzando con el chachareo o la charlatanería, y Joad pudo muy bien responder que el hizo eso para condenar el lado opuesto, mientras eludía la necesidad de una rimbombante respuesta filosófica a la filosofía que a él no le gusta y repudia. Una intensidad de creencia no mide la verdad, ni tampoco es una intensidad de la no creencia, una medida correcta.

Y acerca la naturaleza real de la intuición y su relación con la mente intelectual, esa es verdaderamente otra cuestión mucho más larga y compleja, que no puedo tratar aquí de ella. Yo me he restringido a mi mismo para decir que este artículo es una crítica superficial e inadecuada. Se puede hacer un caso acerca de la experiencia espiritual y la filosofía espiritual y sus posiciones, pero para merecer una respuesta seria, debe ser expuesta, por un defensor mejor, debiendo tocar el centro del problema que se expone aquí. Al igual que hay una categoría de hechos los cuales están disponibles a nuestros sentidos como los mejores, pero que son unas guías imperfectas; también hay una categoría de verdades que nosotros podemos buscar, por la luz sutil pero todavía imperfecta, de nuestra razón, y de acuerdo con los místicos hay una categoría de verdades más sutiles que sobrepasan el alcance de ambos, los sentidos y la razón, pero que puede ser descubierta con certitud por un conocimiento interno y directo, y una experiencia directa. Estas verdades están más allá de los sentidos, pero no por eso, son menos reales: ellas tienen resultados inmensos sobre la consciencia cambiando su sustancia y movimientos, trayendo especialmente una paz profunda y un gozo o regocijo permanente, una gran luz de visión y conocimiento y una posibilidad de superar la naturaleza animal baja, en vista a un desarrollo propio espiritual, que sin ellas no pueden existir. Una nueva posibilidad de las cosas florece, la cual trae con ella, si se persigue completamente hasta lograr sus consecuencias, una gran liberación, una armonía interna, una unificación – y muchas otras posibilidades además. Estas cosas son verdades y han sido experimentadas por una pequeña minoría de la raza humana, pero todavía ha habido una multitud independiente que ha sido testigo de ellas en todos los tiempos, climas y condiciones, entre los que se encuentran algunas de las grandes inteligencias del pasado y algunas de las figuras más sobresalientes del mundo. ¿Deben estas posibilidades ser condenadas inmediatamente como quimeras porque ellas no solamente están más allá del hombre promedio de la calle, sino también que son difíciles de lograr inclusive por muchos intelectos cultivados o porque su método es más difícil que el ordinario sentido de la razón? Si hay alguna verdad en ellas, ¿no existe esta posibilidad abierta por ellos para descubrir un alcance superior de auto descubrimiento y descubrimiento del mundo por el alma humana? En su mejor, si son tomadas como verdad, eso es lo que debe de ser (una verdad) – en su peor, tomadas solamente como una posibilidad, como todas las cosas logradas por el hombre han sido solamente posibilidades en sus etapas tempranas, es una gran aventura, y puede bien ser, la más fructífera de todas.

Yo pienso que nada puede ser dicho para convencer a uno que mira las cosas desde un punto de vista opuesto al espiritual con un agnosticismo Victoriano. Sus dudas acerca del valor – no el valor subjetivo e individualmente puro – de la experiencia del yoga son esas que no aspiran a una verdad científica y no pueden ser discutidas para alcanzar la verdad final, porque las experiencias son embellecidas por la individualidad del buscador. Uno puede preguntar si la Ciencia misma ha llegado a esa verdad final o última; por el contrario, la verdad final inclusive en el plano físico, parece retroceder a medida que la Ciencia avanza. La Ciencia comenzó con la suposición de que la verdad última debería ser física y objetiva – y el objetivo Último (o ni siquiera eso) explicaría todo fenómeno subjetivo. El yoga prosigue sobre el punto de vista opuesto, el de que la Verdad última es espiritual y subjetiva, y es en la Luz última que debemos visualizar el fenómeno objetivo. O sea, son los dos polos opuestos y el golfo o la separación es tan ancho como pueda ser.

El yoga, sin embargo, es científico hasta el punto que procede por experimento subjetivo y basa todos su descubrimientos en la experiencia; intuiciones mentales son admitidas solamente en el primer paso y no son consideradas como realización – ellas deben de ser confirmadas, al traducirlas en experiencias, y justificadas también por experiencia. Y acerca del valor de la experiencia misma, la mente física duda de él porque es subjetivo y no objetivo. Pero ¿tiene esa distinción un gran valor? ¿No es todo conocimiento y experiencia una cosa subjetiva? Cosas físicas externas objetivas se ven muchas veces en la misma forma por los seres humanos por la construcción de la mente y los sentidos; con otra construcción de la mente y los sentidos otro suceso del mundo físico completamente diferente se hubiera dado – la Ciencia misma ha hecho eso bien claro. Pero lo que su amigo enfatiza es que la experiencia del yoga es individual y embellecida o coloreada por el individualismo del buscador. Eso puede ser verdad hasta cierto punto en una forma precisa o una transcripción hecha de una experiencia en cierto dominio; pero inclusive ahí la diferencia es superficial. Es un hecho que la experiencia del yogui se expresa en todas partes en el mismo trayecto. Ciertamente no hay un solo trayecto, sino muchos; porque debemos admitir, que estamos mediando con un Infinito de muchos aspectos hacia el cual, hay y debe de haber, muchas formas de acercarse; pero todavía los trayectos amplios son los mismos donde quiera, y las instituciones, las experiencias y los fenómenos son los mismos durante todas las edades y en diferentes lugares o tierras muy alejadas unas de otras, y también con sistemas que en la práctica son completamente independientes unos de otros. Las experiencias del bhakta o místico Europeo medieval son precisamente las mismas en sustancia, aunque diferentes en nombre, formas, expresión religiosa, etc., de aquellas del bhakta o místico de la India Medieval – aunque esas personas no se comunicaran unas con otras o estuvieran consciente de las experiencias y los resultados de cada uno, como los científicos modernos de Nueva York y Yokohama. Eso parecería enseñar que hay algo allí idéntico, universal y presumiblemente verdadero – aunque la expresión o colorido de la traducción pueda ser diferente por la desemejanza del lenguaje mental.

Y acerca de la Verdad final, supongo que ambos, el agnóstico Victoriano y, digamos, el Vedantín Indio pueden estar de acuerdo, que está oculta / velada, pero está allí. Ambos hablan de ella como desconocida para la mente e inexpresable por la palabra, pero todavía asequible por algo más profundo o superior que la percepción mental, cuando la mente en calma puede reflejar y el habla expresar los miles de aspectos que ella presenta a la experiencia externa e interna de ella (la mente). El agnóstico Victoriano, supongo, revocaría esta distinción; el determinaría que su existencia (la Verdad final) es dudosa y, si existe, estaría de acuerdo acerca de un desconocimiento absoluto de este Desconocido.

 

Me pregunta usted, si tiene que renunciar a su predilección de evaluar antes de aceptar, y aceptarlo todo en el yoga sin preguntar antes de examinar el asunto de que se trata (a priori) – y por evaluación usted quiere decir evaluar por la razón ordinaria o común. La única respuesta que le puedo dar a eso es que las experiencias del yoga pertenecen al dominio interno y ellas tienen su propia ley, su propio método de percepción, sus propias normas y todas las demás cosas que no son del dominio de los sentidos físicos, ni del dominio de la investigación científica o racional. Justamente como la investigación científica pasa más allá de los sentidos físico y entra en el dominio del infinito y el infinitesimal, donde los sentidos no pueden decir nada ni evaluar nada – porque uno no puede ver ni tocar un electrón o saber por la evidencia del sentido de la mente si él existe o no; o decidir por la evidencia si la tierra realmente gira alrededor del sol y no que el sol gira alrededor de la tierra como nuestro sentidos y nuestra experiencia física diaria nos indican – así la búsqueda espiritual pasa más allá del dominio de la investigación racional o científica y es imposible por la ayuda de la razón positiva ordinaria evaluar la data de la experiencia espiritual y decidir si aquellas cosas existen o no, o cual es su ley y su naturaleza. Como en la Ciencia, también aquí, usted tiene que acumular experiencia tras experiencia, siguiendo fehacientemente los métodos especificados por el Gurú o por los sistemas del pasado, y usted tiene que desarrollar una discriminación intuitiva que compare las experiencias, comprender lo que ellas significan, que mucho y en que campo son válidas, cual es el lugar de cada una en el todo, como ella puede ser reconciliada o relacionada con otras que al principio parecieron contradecirlas, etc., etc., hasta que usted pueda moverse con un conocimiento seguro, en el vasto campo del fenómeno espiritual. Esa es la única manera de evaluar la experiencia espiritual. Yo mismo he tratado el otro método y lo he encontrado absolutamente incapaz e inaplicable. Por otro lado, si usted no está preparado para ir a través de todo eso – como solamente algunos pocos de extraordinaria estatura espiritual pueden hacer – tiene que aceptar la guía de un Maestro, como en la Ciencia usted acepta un maestro en vez de ir a través de todo el campo de la Ciencia y su experimentación completa por usted mismo – por lo menos hasta que usted haya acumulado experiencia y conocimiento suficientes. Si eso es aceptar las cosas a priori, bien, usted tiene que aceptar las cosas a priori. Porque yo soy incapaz de ver por cual prueba válida usted se propone que la razón ordinaria juzgue lo que está más allá de ella.

Usted cita los dichos de V o X. Me gustaría saber antes de asignarle un valor a esas pronunciaciones que ellos realmente hicieron para la evaluación de sus percepciones y experiencias espirituales. ¿Cómo V probó el valor de sus experiencias espirituales? – algunas de las cuales no son más fácilmente creíbles por la mente positiva común que los milagros atribuidos a algunos yoguis famosos. Yo no se nada acerca de X, pero, ¿cuáles fueron sus pruebas y cómo él las aplicó? ¿Cuáles son sus métodos y sus normas? Me parece que ninguna mente ordinaria o común aceptaría la aparición de Buda saliendo de una pared o la media hora hablando con Hayagriva como hechos válidos por cualquier clase de evaluación. Eso, o lo tendrían que aceptar a priori o por la única evidencia de V, que llega a ser lo mismo, o rehusarlas a priori como alucinaciones o meras imágenes mentales acompañadas en uno de los casos por una alucinación auditiva. Yo fallo para ver como "ellos" podrían evaluar eso; o como podría evaluar yo por la mente ordinaria mi experiencia del Nirvana. ¿A qué conclusión podría yo llegar acerca de ella con la ayuda de la razón positiva ordinaria? ¿Cómo podría evaluar su validez? Estoy perdido para imaginar eso. Hice la única cosa que pude – aceptarla como una verdad fuerte y válida de la experiencia, dejarla desarrollarse completamente y producir sus consecuencias experimentales totalmente, hasta que tuve el suficiente conocimiento yogui para situarla en su lugar. Finalmente, ¿cómo sin conocimiento o experiencia interna puede usted o cualquier otro evaluar el conocimiento y la experiencia interna de otros?

Yo he dicho frecuentemente que la discriminación no es solamente perfectamente admisible sino indispensable en la experiencia espiritual. Pero debe ser una discriminación fundada en el conocimiento, no en un razonamiento fundado en la ignorancia. De otra manera usted inmoviliza su mente y su experiencia con ideas preconcebidas que son mucho más a priori que cualquier aceptación de lo que una verdad o experiencia espiritual puedan ser. Su idea de que la rendición puede solamente venir por el amor es una parte del proceso. Es verdad en la experiencia del yogui ese rendimiento por el verdadero amor, lo que quiere decir que el amor psíquico y espiritual es el más poderoso, simple y efectivo de todos, pero uno no puede exponer eso como un dictamen de la razón, y encerrar completamente todas las posibles experiencias de rendimiento en esa fórmula, o anunciar su fortaleza para esperar perfeccionar el amor antes de que uno pueda rendirse. La experiencia del yogui enseña que el rendirse puede ser hecho solamente por la mente y la voluntad, una mente sincera y clara buscando la necesidad de rendimiento y una voluntad sincera y clara ejecutándola en sus miembros recalcitrantes. También la experiencia enseña que no solamente puede el rendimiento llegar por el amor, sino el amor puede llegar por el rendimiento o crecer con él, desde un amor imperfecto a uno perfecto. Uno comienza con una idea intensa y una voluntad de conocer o alcanzar al Divino, rindiendo más y más las ideas personales, los deseos, los apegos, las urgencias de acción o hábitos de acción, de manera que el Divino pueda apoderarse de todo. Rendirse quiere decir eso, renunciar a nuestra mente pequeña y su ideas mentales y sus preferencias, en una Luz divina y un Conocimiento mayor; nuestra voluntad tambaleante, ciega, problemática, personal e insignificante en una gran Voluntad y Fuerza luminosa, tranquila y calmada; nuestros sentimientos pequeños, agitados y tormentosos en un Amor y una Ananda divina, intensa y amplia; nuestra personalidad pequeña y sufrida en una Persona de la cual ella es un resultado oscuro. Si uno insiste en sus propias ideas y razonamientos, la Luz y Conocimiento superior no puede llegar o es desformada y obstruida a cada paso en el camino por una interferencia baja; si uno insiste en sus propios deseos y fantasías, esa Voluntad y Fuerza luminosa y grande no puede actuar con su poder verdadero – porque usted le ha pedido ser el esclavo de sus deseos; si uno rehusa renunciar a las mezquinas formas de sentimientos, el Amor eterno y la suprema Ananda no pueden descender o se mezclan y desparraman de la vasija emocional imperfecta y en efervescencia. Ninguna cantidad de razonamiento común puede liberar la necesidad de vencer o superar lo inferior de manera que lo superior pueda estar allí.

Y si algunos encuentran que el retiro es la mejor manera de darse uno mismo a lo Alto y al Divino, evitando lo más posible las ocasiones de la excitación imperfecta o la efervescencia o burbujeo de lo inferior, ¿por qué no? La meta que ellos han buscado es esa, y, ¿ por qué culpar o mirar con incredulidad y sospecha en las bases de que ellos encuentra lo mejor o lo pintarrajean con adjetivos disparatados para desacreditarlos – horrendo, inhumano y el resto? Es su vital lo que retrocede, y su mente vital que suple esos epítetos es la que expresa solamente esa retirada, y no, lo que el retiro realmente es. Porque es lo vital o su parte social la que retrocede de la soledad; la mente pensante solamente lo capta. El poeta busca la soledad en si mismo o con la Naturaleza para escuchar su inspiración; el pensador se zambulle en la soledad para meditar en cosas y estar en comunión con el conocimiento profundo; el científico se cierra a si mismo en el laboratorio para escudriñar por la experiencia en los secretos de la Naturaleza; estos retiros no son horrendos ni inhumanos. Ni tampoco lo es el retiro del sadhak en la concentración exclusiva que él siente que necesita; es un medio para el fin – un fin en el que su corazón está puesto. Y para el yogui o el Bhakta que ya ha comenzado a tener la experiencia fundamental, no es una horrenda e inhumana soledad. El Divino y todo el mundo está allí en el ser del uno, el Amado supremo o su Ananda está allí en el corazón de los otros.

Yo digo esto en contra de su menosprecio hacia el retiro, que está fundado en la ignorancia, y solamente es eso, ignorancia; pero de todas formas, yo no recomiendo, como he dicho frecuentemente, un aislamiento total, porque creo que eso es una alternativa peligrosa que puede llevar a la morbosidad y a una gran cantidad de error. Ni tampoco impongo el retiro a nadie como un método, o lo apruebo a menos que la persona misma lo busque, sienta su necesidad, tenga el júbilo de él y la prueba personal de que eso lo ayuda a su experiencia espiritual. El retiro no es para ser impuesto a nadie como principio, porque esa es la forma en que la mente ordinaria hace las cosas – el retiro es una necesidad que tiene que ser aceptada, cuando es sentida como tal, no como una ley o regla general.

Lo que usted describe en su carta como una respuesta del Divino no sería llamado así en el lenguaje de la experiencia yogui – los sentimientos de una gran paz, una luz, una tranquilidad, una confianza, un decrecer de las dificultades, y una certeza, lo podríamos mucho mejor llamar, una respuesta de su propia naturaleza al Divino. Hay una Paz o Luz que es la respuesta del Divino, pero esa es una Paz inmensa, una gran Luz que se siente como una presencia aparte del yo personal, y no es parte de la naturaleza personal de uno, sino algo que llega de lo alto, aunque al final posee la naturaleza – o hay la Presencia misma que lleva con ella definitivamente la liberación absoluta, la felicidad y la certeza. Pero las primeras respuestas del Divino no son frecuentemente así – ellas vienen más bien como un toque, una presión que uno debe de estar en condiciones de reconocer y aceptar, o como una voz de confianza y seguridad, algunas veces "una vocesita apacible", o una Imagen o Presencia momentánea, algunas veces un susurro que nos Guía, ella puede aparecer en muchas formas. Entonces ella se retira y la preparación de la naturaleza continúa hasta que es posible que el toque regrese de nuevo, una y otra vez para entonces durar más tiempo y para cambiar en algo más urgente /apremiante / importante, más cerca y más íntimo. El Divino al principio no se impone él mismo – el pide por reconocimiento y aceptación. Esta es una razón del por qué la mente debe estar en silencio, y no poner pruebas, ni hacer reclamos – debe haber espacio para la verdadera intuición que reconoce en el momento el toque verdadero y lo acepta.

Entonces, la actividad tumultuosa de la mente impide tu concentración. Porque esta u otra actividad mecánica mucho más obstinada y opresiva es siempre la dificultad cuando uno trata de concentrarse, tomando mucho tiempo obtener una buena concentración. Eso o el hábito de dormir, impiden la concentración caminando, el samadhi consciente o el trance absorto o con todo incluido, los cuales son las tres formas de concentración del yogui. Pero es seguramente la ignorancia del yoga, sus procesos y su dificultades que hacen que usted se sienta desesperado y se diga a usted mismo que nunca podrá hacer eso por culpa de ese obstáculo completamente común. La insistencia de la mente ordinaria y sus razonamientos incorrectos, sus sentimientos y juicios, la actividad casual de la mente pensante en concentración, o su actividad mecánica, la lentitud de su respuesta a lo velado o al toque inicial, son obstáculos comunes u ordinarios que la mente impone; justo como el orgullo, la ambición, la vanidad, el sexo, la avaricia y la usurpación de las cosas por su propio ego, son las dificultades y los obstáculos ofrecidos por lo vital. Tanto las dificultades vitales como las mentales pueden ser peleadas y vencidas o conquistadas. Solamente uno tiene que verlas como los obstáculos inevitables que son, y no asirse a ellas, ni aterrorizarse o agobiarse porque ellas están allí. Uno tiene que perseverar hasta que uno pueda retroceder de la mente y lo vital y sentir en el interior las Purushas vital y mental mucho más profundas y mayores; una que es capaz del silencio, capaz de una receptividad directa de la Palabra y la Fuerza verdaderas, al igual que el silencio verdadero. Si la naturaleza primeramente toma el camino de pelear las dificultades, entonces la primera parte del sendero es largo y tedioso, y el lamento por la respuesta ansiada del Divino se levanta. Pero realmente, el Divino está allí todo el tiempo, trabajando detrás del velo y esperando por el reconocimiento de su respuesta y por la respuesta para que la respuesta sea posible.

Uno siente aquí una corriente que llega directamente de la fuente original de la Verdad, y la cual uno no puede encontrar frecuentemente como lo desearía. Aquí hay una mente que no solamente puede pensar sino ver – y no meramente ver las superficies de las cosas con las cuales la mayoría de los intelectuales pensaron que iban a luchar sin fin o sin resultados definitivos, y como si no hubiera habido nada más que mirar en el fondo. Los Tántricos tienen una frase (pasyanti vãk) para describir un nivel del Vak-Shakti, la Palabra visual; aquí tenemos pasyante buddhi, una inteligencia visual. Eso puede ser, porque el observador interior ha pasado más allá del pensamiento, a la experiencia, pero hay muchos que tienen una considerable y abundante experiencia y no clarifican los ojos de sus pensamientos durante todo ese tiempo; el alma siente, pero la mente, nublada y confundida en la idea, continúa con sus transcripciones imperfectas y mezcladas. Debe haber habido en la naturaleza esperando y listo para actuar, el regalo de la visión correcta.

Es un logro el tener que desprenderse rápida y decisivamente de la bruma y la niebla fosforescentes que el intelectualismo moderno toma por la Luz y la Verdad. La mente moderna se ha extraviado persistentemente por mucho tiempo – y nosotros con ella – en el valle del Vislumbre Falso, en el que no es fácil para nadie dispersar su bruma enteramente con los rayos solares de una visión clara, tan pronto como ha sido hecho aquí. Todo lo que aquí se dice acerca del humanismo y humanitarismo moderno, de los esfuerzos vanos del idealismo sentimental, del intelectual ineficaz, del eclecticismo [escuela filosófica que procura conciliar las doctrinas que parecen mejores o más verosímiles, aunque procedan de diferentes sistemas. Modo de obrar o de juzgar que adopta una solución intermedias entre dos extremas] sintético y otras cosas similares está bien claro, ya que dio en el blanco. No es a través de estos medios que la humanidad puede obtener el cambio radical en su forma de vida, la que con todo lo que está pasando, está llegando a ser imperativo; sino solamente alcanzando la roca profunda de la Realidad detrás de todo – y no a través de meras ideas y formaciones mentales, sino por un cambio de consciencia y una conversión interior espiritual. Esa es la verdad por la cual es difícil obtener un sonido en la actual gritería del clamor de tantas voces, la confusión y la catástrofe.

Una distinción, la distinción muy pronunciada hecha aquí, entre el plano del proceso fenomenal de la Prakriti externa, y el plano de la Realidad Divina se encuentra entre las primeras palabras de la sabiduría interna. El giro que se le ha dado en estas páginas no es meramente una explicación ingeniosa; él expresa el cambio muy profundo de las certezas claras que usted se encuentra cuando cruza el límite y mira al mundo exterior desde el fundamento de la experiencia interna espiritual. A medida que usted va hacia lo interior o hacia lo alto, el punto de vista de las cosas va cambiando más y más, y el conocimiento externo organizado por la Ciencia toma su lugar real que es muy limitado. La Ciencia, al igual que la mayoría de los conocimientos externos y mentales, le da a usted solamente la verdad del proceso. Yo añadiría que ella no puede darle a usted ni siquiera toda la verdad del proceso, porque usted capta algunos de los ponderables y se le escapan totalmente los importantes e imponderables; usted difícilmente obtiene el como de las cosas, y solamente ve las condiciones bajo las cuales las cosas pasan en la Naturaleza. Después de todo el triunfo y las maravillas de la Ciencia y su principio explicativo y razonamiento, el significado del todo es dejado en la oscuridad, como un misterio, e inclusive más misterioso que antes. El esquema que ella ha construido de la evolución, no solamente de este rico, vasto y diverso mundo material, sino de la vida, la consciencia, la mente y sus trabajos con una masa brutal de electrones idénticos, y que solamente varían en su colocación y cantidad, es la magia irracional más desconcertante que cualquiera de las más místicas imaginaciones pudieran concebir. La Ciencia al final nos deja en una paradoja y un accidente rígidamente determinado, efectuado y organizado, una imposibilidad que de alguna forma ha pasado, – ella nos ha enseñado una Maya material nueva, aghatana-ghatana-patiyasi [muy diestra para lograr lo imposible], muy hábil para lograr lo imposible, un milagro que no puede lógicamente ser, y todavía de alguna manera está realmente allí, irresistiblemente organizada, pero todavía irracional e inexplicable. Y esto es evidentemente porque la Ciencia se ha equivocado en algo esencial; ella ha visto y ha escudriñado lo que ha pasado y en la forma que ha pasado, pero ha cerrado sus ojos a algo que hace este imposible, posible; algo que está ahí para ser expresado. No hay ningún significado fundamental en las cosas, si usted no comprende la Realidad Divina; porque usted permanece embebido en una capa superficial inmensa de apariencia dócil y útil. Es la magia del Mago la que usted está tratando de analizar, pero solamente cuando usted entra en la consciencia del Mago mismo, usted puede comenzar a experimentar el verdadero origen, significado y ciclos de la Lila. Digo comenzar, porque no es simple que al primer toque de la Realidad Divina usted pueda saber todo de ella o la ponga en una simple fórmula; es el Infinito, y se abre ante usted un conocimiento infinito que comparado con toda la Ciencia junta, la última es una bagatela. Pero todavía, usted toca lo esencial, lo eterno detrás de todas las cosas y en la luz de Eso todo comienza a ser profundamente luminoso e íntimamente inteligible / comprensible.

Una vez yo le dije lo que pienso de la crítica ineficaz de ciertas mentes científicas bien intencionadas en la superficie o aparente superficie de la Realidad espiritual detrás de las cosas y no necesito elaborar más en ese tema. Lo más importante es el pronóstico de un gran peligro que viene en un ataque nuevo por el adversario, los escépticos, en contra de la validez de la experiencia supra física y espiritual, su nueva estrategia de destrucción por la admisión y explicación de ella en su propia forma. Ella podrá muy bien ser una razón fuerte para la desconfianza o el recelo; pero yo dudo que cuando esas cosas sean admitidas para escrutinio, la mente de la humanidad permanecerá por largo tiempo satisfecha con explicaciones tan ineptas, superficiales y externas, explicaciones que no explican nada. Si los defensores de la religión toman una posición irracional, fácil de usurpar, cuando ellos afirman solamente la validez subjetiva de la experiencia espiritual, los oponentes también, me parece a mi, regalarán si saberlo, las puertas de la fortaleza / refugio material por su consentimiento completo en admitir y examinar la experiencia supra física y espiritual. Su atrincheramiento en el campo físico, su negativa en admitir o inclusive examinar las cosas suprafísicas fue su torre de seguridad; una vez que es abandonada, la mente humana presiona hacia algo menos negativo, y una voluntad más positiva ayuda a pasar sobre los cuerpos muertos de sus teorías y sobre los escombros y ruinas de sus explicaciones anuladas y sus etiquetas psicológicas ingeniosas. Otro peligro puede entonces acechar, – no el de la negación final de la Verdad sino la repetición de viejas o nuevas formas de los errores pasados, por un lado, algunos reavivamientos del oscurantismo religioso sectario fanático y ciego, y por otro, la caída en el infierno y el cenagal / atolladero del ocultismo vital y los pseudo espirituales – errores que contribuyeron a la pujanza real del ataque materialista y sus credos en el pasado. Pero estos son fantasmas que nos salen siempre en la línea del borde o en la zona de interferencia entre la oscuridad material y el Esplendor perfecto. A pesar de todo, la victoria de la Luz suprema inclusive en la consciencia oscura de la tierra, se sostiene como la única certeza final.

El yoga no es ni el arte, ni la poesía, ni la música, ni esas cosas en si, son más espirituales que la filosofía o la ciencia. En cuanto a ellas, aquí acechan otras incapacidades curiosas del intelecto moderno – su inhabilidad para distinguir entre la mente y el espíritu, su facilidad para confundir los ideales estéticos, morales y mentales por la espiritualidad, y los niveles inferiores de esos ideales por valores espirituales. Es la mera verdad que las intuiciones mentales del metafísico o del poeta en su mayoría son mucho menos que una experiencia espiritual concreta; ellas son resplandores distantes, sombras y reflejos, no rayos del centro de la Luz. No es menos verdad que, mirándolos desde la cima, no hay mucha diferencia entre las eminencias / cúspides mentales superiores y los ascensos inferiores de esta existencia externa. Todas las energías de la Lila son iguales vistas desde arriba, todas son disfraces del Divino. Pero uno tiene que añadir que todo puede ser usado como el primer medio hacia la realización del Divino. Una declaración filosófica acerca del Atman es una fórmula mental, no es conocimiento ni experiencia; pero todavía algunas veces el Divino la usa como su canal de toque; de forma extraña, una barrera en la mente se cae, algunas veces es vista, un cambio profundo operado en alguna parte interna, y allí entra en el terreno de la naturaleza, una calma y una igualdad, una cosa inefable. Uno está parado sobre una colina y vislumbra o mentalmente siente una amplitud, una penetración, una Vastedad en la Naturaleza; entonces, de repente, llega un toque, una revelación, una inundación, lo mental se pierde a si mismo en lo espiritual, uno ha tenido la primera invasión del infinito. O usted se para ante el templo de Kali al lado del río sagrado y ¿qué ve? – una escultura, una bondadosa y afable pieza de arquitectura, pero en un momento, misteriosa e inesperadamente, está allí una Presencia, un Poder, una cara que te está mirando; la vista interna en ti ha observado a la Madre del Mundo. Toques similares pueden llegar a través del arte, la música y la poesía a su creador o autor o al que siente el choque de la palabra, el significado escondido de una forma, el mensaje en el sonido que trasmite quizás mucho más de lo que el compositor conscientemente quiso decir. Todas las cosas en la Lila llegan a ser ventanas que se abren a una Realidad escondida. No obstante, si uno está satisfecho mirando a través de ellas, el provecho es solamente incipiente; un día, uno tendrá que tomar la vara del peregrino y comenzar el viaje hacia donde la Realidad está allí presente y manifestándose para siempre. Mucho menos que una satisfacción espiritual puede ser el permanecer con eso reflejos y esas sombras, una búsqueda impuesta en si misma por la Luz la cual ellos se esfuerzan por representar. Pero dado que esta Realidad y esta Luz están en nosotros mismos no menos que alguna región superior más allá del plano mental, nosotros podemos en la búsqueda de ella usar muchas de las representaciones y actividades de la vida; así como uno ofrece una flor, una oración y un acto al Divino, uno puede ofrecer también una forma de belleza creada, una canción, un poema, una imagen, una tonada musical y ganar a través de eso un contacto, una respuesta o una experiencia. Y cuando hemos entrado en esa consciencia divina o cuando ella crece en nuestro interior, entonces también su expresión en la vida a través de esas cosas no está excluida del yoga; estas actividades creativas pueden todavía tener su lugar, aunque no intrínsecamente un lugar mayor que cualquier otro que pueda ser puesto al uso y al servicio divino. El arte, la poesía y la música con sus funciones ordinarias, crean valores mentales y vitales pero no espirituales; sin embargo, ellos pueden ser usados para un fin mayor, y entonces, como todas las cosas que son capaces de unir nuestra consciencia al Divino, se transforman, llegando a ser espiritual para así poder ser admitidas como parte de la vida del yoga. En todas las cosas, los valores son adquiridos no por las cosas mismas, sino por la consciencia que los usa; porque solamente hay una cosa esencial, necesaria e indispensable, crecer consciente de la Realidad Divina, habitar en ella y vivirla para siempre.

 

La dificultad es que usted es una persona no científica tratando de imponer sus ideas en el campo de la física – uno de los campos más difíciles de la ciencia por lo material que es. Si usted fuera un científico basando sus ideas en hechos científicos reconocidos universalmente o en sus propios descubrimientos – aunque inclusive entonces con mucha dificultad – usted podría obtener una audiencia o su opinión tendría algún peso. De otra manera, usted está expuesto a la acusación de hacer una declaración en un campo donde usted no tiene autoridad, justo como el científico lo hace, cuando el habla con vehemencia de sus descubrimientos, de que no hay Dios. Cuando el científico dice, "científicamente hablando, "Dios es una hipótesis que ya dejó de ser necesaria", él está hablando un absurdo completamente – porque la existencia de Dios no es, no puede ser y nunca fue de ninguna forma, una hipótesis o problema científico; la existencia de Dios es y siempre ha sido un problema metafísico o espiritual. Usted no puede hablar científicamente en pro o en contra, de ninguna forma, acerca de eso. El buscador metafísico o espiritual tiene el derecho de señalar ese absurdo sin sentido; pero si usted expone la ley al científico en el campo de la ciencia, usted corre el riesgo de tener el mismo impedimento o desventaja en contra de usted.

Y acerca de la unidad de todo el conocimiento, eso es una cosa in posse, que todavía está in esse [una cosa en posesión pero todavía en esencia] . El método mecánico del conocimiento nos conduce a ciertos resultados y el método superior nos lleva a otros resultados diferentes, y ambos están en desacuerdo en muchos puntos fundamentales. ¿Cómo se salvará esa diferencia? – porque cada una parece válida en su propio campo; eso realmente es un problema que se tiene que resolver, pero usted no puede resolverlo en la forma que se propone; y bajo ningún concepto en el campo de la física. En psicología uno puede decir que el acercamiento psicológico o mecánico se encarga de las cosas porque el objetivo es confuso y es el menos fructífero de todos – porque la psicología no es primordialmente una cosa de mecanismos y medidas, ella se abre a un vasto campo más allá de la instrumentaciones físicas de la consciencia del cuerpo. En biología uno puede obtener un vislumbre de algo más allá del mecanismo, porque hay desde el principio una conmoción de consciencia progresando y organizándose ella misma más y más para su auto expresión. Pero en la física, usted está en el mismo reino de las leyes mecánicas, donde el proceso es todo y la consciencia que impulsora, escoge el esconderse ella misma con gran cuidado – de manera que, "científicamente hablando", ella no existe allí. Uno puede descubrirla allí solamente, por el ocultismo y el yoga, pero los métodos de la ciencia oculta y del yoga no se pueden medir o ejecutar con los instrumentos y métodos de la ciencia física – de manera que el abismo o brecha permanece todavía en existencia. Podrá ser salvado / cruzado un día, pero el físico no está dispuesto a construir ese puente o unión, de forma que, no hay ningún caso en preguntarle que busque lo que hay más allá de su dominio.

El deseo [de los ocultistas y espiritistas] para satisfacer los científicos físicos es absurdo e ilógico. Los científicos físicos tienen su propio campo con sus propios instrumentos y normas. El aplicar la misma prueba a un fenómeno de una clase diferente es tan tonto como aplicar un examen físico a una verdad espiritual. Uno no puede analizar a Dios o ver el alma debajo de un microscopio. Así también probar bajo las normas válidas solamente para el fenómeno material, la sujeción o el sometimiento de los espíritus desencarnados o inclusive el fenómeno psico - físico, es un método completamente falso e insuficiente. Además el científico físico está resuelto en su mayor parte a no admitir lo que no puede ser esmeradamente empacado, etiquetado y rotulado en su propio sistema y fórmulas. El mismo Dr. Jules Romains, un científico y gran escritor, hizo experimentos para probar que el hombre puede ver y leer con los ojos vendados y los científicos rehusaron inclusive admitir o documentar losresultados. Khuda Baksh trata también, y siguiendo el ejemplo lo prueba indudablemente con exámenes legítimos. Los científicos están completamente renuentes a transferir y documentar el hecho aunque sus resultados son innegables. El camina sobre fuego sin quemarse y refuta hasta ahora todas las explicaciones que le sugieren, – ¡ellos simplemente buscan por otra explicación todavía más tonta! ¿Cuál es la razón de tratar de convencer a las personas que están determinadas a no creer?

 

La mente científica rehusa dejar cualquier cosa sin catalogar. ¿No ha clasificado al Divino también?

 

Las mentes de esas personas (los científicos) están muy acostumbradas a tratar con cosas físicas (las cosas que se miden por instrumentos y representaciones) para poder tratar correctamente otros dominios. El punto de vista de Einstein de lo que está afuera de su dominio es tosco y pueril, una especie de idealismo banal e insustancial sin comprensión de las realidades. Al igual que un hombre puede ser un gran colegial y sin embargo ser simple y tonto, también un hombre puede ser un gran científico y sin embargo dejar que su mente y sus ideas descuiden otras cosas.

 

Los psicólogos, por supuesto, teniendo que tratar con los movimientos mentales, fácilmente reconocen que no puede haber una ecuación real o verdadera entre ellos y los procesos psicológicos y en la mayoría, la mente y el cuerpo reaccionan el uno sobre el otro como es inevitable dado que ellos moran juntos. Pero inclusive un gran científico físico como Huxley reconoció que la mente era algo verdaderamente diferente de la materia y que posiblemente no podría ser explicada en los términos de la última. No más que desde entonces, la Ciencia física llegó a ser muy arrogante y presuntuosa y trató de subordinarlo todo a ella misma y a sus procesos. Ahora en teoría, la Ciencia ha comenzado a reconocer en una forma general sus limitaciones, pero no obstante, la vieja mentalidad en la mayoría de los científicos está todavía forjada en el hábito para poder liberarse.

 

1Este artículo [1 Esto es en respuesta a los puntos señalados por un discípulo en la siguiente carta de Sri Aurobindo:"En la página 511 de The Listener del 28 de marzo de 1934 hay un par de suposiciones asombrosas – la primera es: que la metafísica es una entre las muchas ciencias experimentales y tiene un cuarto de proyección oscura por laboratorio – y la segunda es: que no debe haber distinción entre la supervivencia y la inmortalidad. Por el interés del esclarecimiento, la mayoría de los pensadores filosóficos han hecho esta distinción; es extraordinario que esto debería ser ignorado cuando tal polémica ha sido lanzada sobre ellos…Por supuesto, si uno tiene una oportunidad para hacer un experimento práctico científico, no hay duda que sería admirable emplearlo en investigaciones físicas – pero (a menos que se suponga que todos los seres humanos cultos, o todos los filósofos por lo menos, deberían poseer y cultivar este don) ¿por qué la mayoría de los filósofos deben de ser culpados por encontrar los resultados de hoy en día oscuros e insuficientes y por seguir su determinación en limitarse ellos mismospropiamente a los estudios de la metafísica?

(En referencia al sueño acerca de la conversación telefónica de larga distancia con un conocido.) "En la vida actual, yo pienso, que el teléfono es mucho menos eficiente que el correo. ¿No hay allí algo muy simbólico acerca del surgimiento del teléfono y la cinematografía, justo en una época cuando la conducta y las relaciones humanas están en un estado de colapso? Obligados a la falsedad, la dureza emocional, el egocentrismo y la indiferencia hacia otros, cada persona es para los otros cada vez más, una sombra sin sentido y una voz mentirosa. En los comentarios de la crítica musical del Manchester Guardian sobre el Concierto en Elgar Memorial hay unos puntos muy buenos acerca de ‘la reacción trabajando en contra de la nobleza y la delicadeza en el arte’. Yo no puedo ver la necesidad futura para que los seres humanos crean o disfruten de tal ‘arte’ al igual que lo hacen todavía cuando caen en los cánones de las modas; ¿quizás, de cualquier modo, en la civilización Asúrica, los hombrede todas maneras son superfluos y solamente se requieren Asuras encarnados?"] se lee como si hubiera sido escrito por un profesor en vez de un filósofo. De lo que usted habla, supongo yo, es de la supervivencia del desprecio de los científicos del siglo XIX por la metafísica; de que todo pensamiento deberá ser basado en los hechos científicos y en la generalizaciones de la ciencia, frecuentemente tan falsa y efímera, y que ellos deberán ser las bases para que cualquier pensamiento metafísico sea firme y sólido. Eso es hacer de la filosofía la criada de mano de la ciencia, a la metafísica la continuación vulgar de la física y negarle sus derechos soberanos en su propio reino. Se ignora el hecho que el filósofo tiene su propio dominio y sus propios instrumentos; el puede usar los descubrimientos científicos como material, justo como también el puede usar cualquier otro hecho de la existencia; pero cualquiera de las generalizaciones que la ciencia le ofrece el debe juzgarla con sus propiasnormas – si ellas son válidas para la transferencia al plano metafísico, y si lo son, hasta donde. No obstante, en el período en que la ciencia física estaba en su apogeo, antes de que descubriera sus propias limitaciones y las perturbaciones de su plan de las cosas que flotan precariamente en un Desconocido inmenso e infinito o finito pero sin límites, hubo quizás alguna excusa para tal actitud. Pero, ¿espiritualismo glorificado bajo el nombre de investigación física? Eso no es una ciencia; es una masa de documentos ambiguos y oscuros de los cuales usted puede inferir solamente unas cuantas generalizaciones deficientes y dudosas. Por otra parte, hasta donde ella pertenezca a lo oculto, ella toca solamente la regiones inferiores de lo oculto – lo que nosotros llamaríamos los mundos vitales inferiores – donde hay tanta falsedad, fraude y perturbaciones erróneas como sobre la tierra, e inclusive mucho más. ¿Qué debe hacer un filósofo con toda esa materia problemática y oscura? Yo no captoel punto de muchas de sus observaciones. ¿Por qué la predicción de un suceso futuro debería alterar nuestra concepción – por lo menos cualquier concepción filosófica – del Tiempo? Ella puede alterar las ideas de uno sobre la relación entre los sucesos, o del trabajo de las fuerzas, o de las posibilidades de la consciencia, pero el tiempo permanece igual que antes.

El sueño es, por supuesto, la interpretación de un intento de comunicación en el plano sutil. Y por lo del teléfono y el cine, hay algo ahí de lo que usted dice, pero me parece que esas y otras cosas modernas podrían haber tomado un carácter distinto si ellas hubieran sido aceptadas y usadas con un espíritu diferente. La humanidad no estaba lista espiritualmente para esos descubrimientos, ni siquiera intelectualmente, si tomamos las confusiones presentes son un signo de ello. La ruina estética es quizás debido a otras causas, un idealismo defraudado en su rechazo generando lo opuesto, un intelectualismo seco y cínico que rehusa ser manipulado por el ideal, el romántico o el emocional o cualquier cosa que es mayor que la razón que camina por la luz de los sentidos. Los Asuras del pasado eran después de todo la mayoría de las veces, grandes seres; el problema acerca de los presentes es que ellos no son realmente Asuras, sino seres del mundo vital inferior, violentos, brutales e innobles,pero sobre todo, de mentes estrechas, ignorantes y oscuras. Pero esta clase de intelectualismo estrecho y cínico que es incontrolable ahora, no dura mucho – el prepara su propio final incrementando su dureza – los hombres comienzan a sentir la necesidad de un nuevo surgimiento de vida.

 

Yo no pienso que las dos preguntas que usted ha expuesto son de mucha importancia desde el punto de vista del sadhana espiritual.

1. La pregunta acerca de la ciencia y la espiritualidad fue hecha en algún momento hace veinte años atrás y ocupó la mente de los hombres al principio del siglo XX, pero está pasada de tiempo ahora. La ciencia misma ha llegado a la conclusión de que ella no puede, como una vez esperó, determinar cual es la verdad de las cosas o su naturaleza real, o que está detrás del fenómeno físico; ella solamente puede tratar con el proceso de las cosas físicas y como esas cosas llegan a ser, o cuales son los asuntos que los hombres pueden tratar y hacer uso de ellos. En otras palabras, el campo de la ciencia física ahora, ha sido dividido y limitado, y las preguntas acerca de Dios o de la Realidad ultima u otros problemas metafísicos o espirituales están fuera de ella. Esto es por lo menos el caso en toda Europa continental, y es solamente en Inglaterra y América que hay todavía un intento para razonar acerca de estas cosas sobre las bases de la ciencia física.

Esas llamadas ciencias que tratan con la mente y los hombres (psicología, etc.) son muy dependientes de la ciencia física, y por eso ellas no pueden ir más allá de los límites estrechos. Si la ciencia va a ocuparse del Divino, ella debe ser una ciencia nueva que todavía no está desarrollada, y que trate directamente con las fuerzas del mundo de la vida y la Mente de manera que llegue a lo que está más allá de Ella; pero en los días presentes o por el momento, la ciencia no puede hacer eso.

2. Desde el punto de vista espiritual tal fenómenos temporal como el cambio de los Hindúes educados hacia el materialismo es de poca importancia. Ha habido siempre períodos cuando las naciones, continentes o culturas han cambiado hacia el materialismo apartándose de toda creencia espiritual. Esos períodos surgieron en Europa en el siglo XIX, pero son usualmente de corta duración. Europa Occidental ha perdido ya su fe en el materialismo y está buscando por algo más, regresando a las antiguas religiones o buscando a tientas algo nuevo. Rusia y Asia están pasando ahora a través de la misma ola materialista. Estas olas vienen por una cierta necesidad en el desarrollo humano – para destruir la esclavitud de las viejas formas y dejarle el campo a una verdad nueva y unas formas nuevas de verdad y acción en la vida tanto como para lo que hay detrás de ella.

 

Yo pienso que X basa sus ideas en el intento de Jeans, Eddington y otros científicos Ingleses en introducir conclusiones metafísicas en los hechos científicos; el debería necesariamente valuar completamente las objeciones a esta mezcolanza, de las mentes científicas más austeras. Además, la búsqueda espiritual tiene su propio conocimiento acumulado que no depende en ninguna forma ni de las teorías o descubrimiento de la ciencia en la esfera puramente física. El intento de X, al igual que el de Jeans y otros, es una reacción en contra de los intentos ilegítimos de algunas mentes científicas en el siglo XIX y de muchos otros que se aprovecharon de la marcha de los descubrimientos científicos para desacreditar o abolir tanto como fuera posible el espíritu religioso y desacreditar también las metafísicas como una verborrea turbia y una ciencia enaltecida que contiene el único indicio de la verdad del universo. Pero yo pienso que esa actitud está ahora muerta o moribunda; los científicosreconocen, como usted dice, los límites de su esfera. Yo puedo observar que el conflicto entre la religión y la ciencia nunca surgió en la India (ni siquiera en los días de la educación europea) porque la religión no interfirió con los descubrimientos científicos y los científicos no consultaron las verdades espirituales o religiosas; ya que las dos cosas se mantuvieron en líneas separadas pero no opuestas.

 

Lo defectuoso de X cuando escribe acerca de la ciencia, es que parece ser que él insiste con vehemencia de que la ciencia es todavía materialista, o por lo menos que los científicos, exceptuando Jeans y Eddington, son todavía fundamentalmente materialistas. Esto no es un hecho. La mayoría de los científicos continentales ahora, han renunciado a la idea de que la ciencia puede explicar las bases de la existencia. Ellos sostienen que la Ciencia está solamente interesada con el proceso y no con el origen o fundamento. Ellos declaran que no es el trabajo de la Ciencia, ni está en sus recursos decidir cualquier cosa referente a la grandes preguntas que conciernen a la filosofía y la religión. Eso es un cambio enorme que han traído los últimos desarrollos de la ciencia. La Ciencia misma hoy en día, ni es materialista ni idealista. La roca sobre la que el materialismo fue construido y el que en el siglo XIX parecía inmovible, ha sido ahora hecha añicos. El materialismo ha llegado a ser hoyen día una especulación filosófica, justo como cualquier otra teoría; el no puede reclamar haberse encontrado él mismo, basado en cierta clase de autoridad Bíblica infalible, basada en los hechos y conclusiones de la Ciencia. Este cambio puede ser sentido por uno, como por ejemplo yo mismo, que crecí en la era del reino absoluto del materialismo científico en el siglo XIX. Ahora, el camino que ha sido casi completamente restringido /obstaculizado, excepto por la rebelión, descansa abierto a las verdades, las ideas y las experiencias espirituales. Esa es la revolución verdadera. El mentalismo es solamente la mitad del camino a casa, pero el mentalismo y el vitalismo son ahora perfectamente posibles como hipótesis basadas en los hechos de la existencia, hechos científicos tanto como otros cualquiera. Los hechos de la Ciencia no obligan a nadie a tomar una dirección filosófica particular. Ellos son ahora neutrales, y pueden inclusive ser usados en un lado u otro, aunque muchos científicosno admiten esa consideración. Nadie aquí ha dicho nunca que los nuevos descubrimientos de la Psiquis ayuda las ideas de la religión o las iglesias; ellos meramente sostienen o afirman que la Ciencia ha perdido su antiguo dogmatismo materialista y se ha alejado, debido a un cambio revolucionario, de los viejos elementos que le proveían su estabilidad.

Es este cambio, el que yo esperé y profeticé en mi poemas del primer volumen de Ahana, "Una Visión de la Ciencia" y "A la Luz de la Luna".

Me parece que he perdido todo el interés en esas especulaciones; las cosas se están desarrollando muy seriamente, para que yo pierda el tiempo en ese intelectualismo inconcluso que no llega a nada. Yo no me opongo de ninguna forma a que usted guíe y fuerce su punto de vista para llegar a un triunfo, y de esa forma sustituir el dogmatismo de la ciencia materialista que ha estado reinando desde hace medio siglo atrás, y que podría victoriosamente prohibir todo pensamiento que sobrepasara sus propios límites estrechos llamándolos simples palabrerías metafísicas, místicas y falsas. Obviamente, si solamente puede existir en el mundo material las energías materiales, no podrá haber ninguna posibilidad de una vida divina en la tierra. Un simple "truco metafísico de la mente", como uno podría llamarle, no justifica las objeciones en contra de las negaciones científicas y el sentido común concreto. Yo he pensado, que inclusive, muchas mentes científicas en el continente han llegado a admitir que la ciencia ya no puede reclamarse la decisión de lo que es la verdadera realidad de las cosas, que ella no tiene los medios para decidirlo y solamente podría descubrir y describir el cómo y el proceso de las operaciones de las Fuerzas materiales en la fachada física de las cosas. Eso deja el campo abierto a pensamientos y especulaciones superiores, a la experiencia espiritual e inclusive al misticismo, el ocultismo y todas esas grandes cosas que casi todo el mundo ha llegado a creer que son un imposible sin sentido. Esas eran las condiciones de las cosas cuando yo estaba en Inglaterra. Si eso es retroceder, o si Rusia y su materialismo dialéctico deben de guiar el mundo, bien, el destino debe obedecer y la vida divina debe permanecer contenta / satisfecha esperando quizás por otro milenio. Pero a mi no me gusta la idea que uno de nuestro periódicos sirva de arena para una lucha de esa clase. Eso es todo. Estoy escribiendo bajo la impresión de su primer artículo en este asunto; y como yo no he revisado los anteriores, no puedo atreverme a decir que los últimos puedan ser completamente convincentes y que encontraría después de leerlos que mi propia posición estaba equivocada y que solamente un místico obstinado podría creer en esa tal conquista de la Materia por el Espíritu, como yo me he atrevido a pensar que es posible. Pero, yo soy solamente un místico obstinado, de manera que, si yo hubiera permitido publicar la exposición suya de esta materia en uno de nuestros periódicos, yo estaría obligado a responder sobre un asunto del que he perdido el interés y por lo tanto la inclinación a escribir, de forma que para restablecer mi posición tendría que combatir la demanda de la Ciencia materialista para declarar cualquier cosa sobre un asunto que no tiene forma de indagar ni posibilidades de llegar a ninguna decisión válida. ¡Quizás yo hubiera prácticamente vuelto a escribir La Vida Divina como una respuesta a la victoriosa "negación materialista"! Esta es la única explicación que puedo dar, prescindiendo de querer desviar el tiempo para ponerle fin al asunto de mi largo y desilusionado silencio.

 

Yo sé que la explicación rusa de la tendencia reciente a la espiritualidad y misticismo es que eso es un fenómeno de la sociedad capitalista en decadencia. Pero presentarlo como una causa económica, consciente o inconsciente, en un fenómeno de la historia del hombre es parte del evangelio de Bolshevik nacido de la falacia de Karl Marx. La naturaleza del hombre no es tan simple ni de un solo acorde como todo eso – tiene muchas facetas y cada una produce una necesidad de su vida. La faceta mística o espiritual es una de ellas y el hombre trata de satisfacerla en diferentes formas, por la superstición de todas clases, por el religiosidad ignorante, por el espiritismo, por lo demoniaco, y por qué no, en sus partes más iluminadas, por la filosofía espiritual, el ocultismo superior y el resto; y en lo más elevado, por la unión con el Todo, el Eterno o el Divino. La tendencia hacia la búsqueda de la espiritualidad comenzó en Europa con el rechazo de los materialistas científicos del siglo XIX, un descontento por el reclamo de la razón y el intelecto de saberlo todo, y el brote de un sentimiento por algo más profundo. Esto fue un fenómeno que ocurrió antes de la guerra y comenzó cuando no había amenaza de comunismo y el mundo del capitalismo estaba en la cima de su prosperidad y triunfo arrogante y presuntuoso (insolente), y llegó más bien como una revolución en contra de la vida burguesa materialista y sus ideales, no como un intento de servirla o santificarla. Eso en todo momento había funcionado y también sido objetado por las desilusiones de pos guerra – había sido objetado, porque el mundo de la pos guerra había retrocedido al cinismo y a la vida de los sentidos, o a movimientos como el Fascismo y el Comunismo; había funcionado, porque las mentes profundas estaban insatisfechas con los ideales del pasado o del presente y con todas las soluciones materiales, vitales o mentales, que habían aumentado los problemas de la vida, dejando solamente como opción, el camino espiritual. Es verdad que la mente europea, teniendo muy poca luz en estas cosas pierde el tiempo con esos fuegos fatuos vitales como el espiritismo o la teosofía o retrocede al viejo sistema religioso; pero las mentes profundas de las que hablo las pasaron o traspasaron en busca de una Luz mayor. Yo he tenido contacto con muchos y las tendencias de que hablo, son muy claras. Ellos vienen de todos los países, y solamente una minoría es de Inglaterra y América. Rusia es distinta – diferente a los otros, ella ha subsistido o prolongado su sistema religioso medieval y no pasó a través de ningún período de revolución – de manera que cuando la revolución llegó, ella fue naturalmente antirreligiosa y ateísta. Es solamente cuando esta fase se debilita que el misticismo ruso puede recibir y tomar no una religión estrecha sino una dirección espiritual. Es verdad que el misticismo à revers (al reverso), ha hecho el Bolshevism y su trabajo más bien un credo que un tema político, y una búsqueda por el milenio secreto paradisiaco sobre la tierra, más que la construcción de una estructura social puramente. Pero por la mayor parte Rusia está tratando de hacer sobre unas bases comunistas todo lo que el idealismo del siglo XIX esperó obtener – y falló – en el medio o en contra de un ambiente industrial competitivo. El que Rusia lo haga mejor y triunfe, eso lo dirá el futuro – por el momento, lo único que tiene es lo que ha obtenido por una tirantez y un control violento que todavía no ha terminado.

 

El pasaje del Isha Upanishad1 es por supuesto una declaración mucho mayor de la naturaleza de la existencia universal que la teoría de Einstein la cual está limitada al universo físico. Usted puede deducir también una ley de la relatividad mucho más amplia en la declaración de ese verso. Lo que quiere decir, desde ese punto de vista – porque contiene mucho más que eso – es que la Realidad absoluta existe, pero es inmovible y siempre la misma, el movimiento universal es un movimiento de consciencia en esa Realidad que solamente el Transcendente mismo puede entender y captar la verdad, que es evidente por si misma para Él, mientras la aprensión de ella por los Dioses (la mente, los sentidos, etc.) debe necesariamente ser imperfecta y relativa, dado que ellos pueden tratar de seguirla, pero nunca pueden apoderarse (comprender o capturar) de esa Verdad, estando cada ser limitado por su propio punto de vista1 y sus instrumentos deficientes o su capacidad de consciencia, etc. Esta es la actitud familiar de la mente India o por lo menos la Vedántica, que sostiene que nuestro conocimiento, percepción y experiencia de las cosas en el mundo y del mundo mismo debe ser vyãvahãrica, relativas, prácticas o pragmáticas solamente, – así lo declaró Shankara, – en verdad eso es un conocimiento ilusorio, pues la auténtica y genuina Verdad de las cosas descansa más allá de nuestra consciencia mental y sensoria. La teoría de la relatividad de Einstein es una declaración científica y no metafísica. El campo y el desarrollo de cada una de las conclusiones son diferentes – pero yo supongo que si uno va a sus fundamentos, mucho más allá de lo que ella aparenta ser o lo que es lo mismo, a su significado básico y su razón legítima de ser, uno puede conectarla con la conclusión Vedántica. Pero para justificar eso al intelecto, usted tendría que ir a través de todo el proceso para enseñar como es esa conexión – ya que no es evidente por si misma.

Y acerca de Jeans, muchos dirían que sus conclusiones no son del todo legítimas. La ley (teoría) de Einstein es una generalización científica basada en ciertas relaciones propias al dominio de la física y, si ella es válida, la validez sería en los límites de ese dominio, o si usted quiere, en el dominio general de la observación y la dimensión de los procesos y proposiciones de la física; pero, ¿cómo puede transformar eso al momento en una generalización metafísica? Eso es un salto sobre un abismo considerable – o una transformación forzosa de una cosa en otra, de un resultado físico limitado en una fórmula ilimitada que lo abarca todo. Yo no se verdaderamente cual es la extensión de la teoría de Einstein, pero su magnitud es mucho mayor de lo que nuestras medidas científicas del tiempo y otras cosas son, ya que las condiciones en que ellas tienen que ser hechas son relativas, y por lo tanto están sujetas a un ineludible retroceso. Si metafísicamente algo ha de seguir – después de esto – será para los metafísicos y no para los científicos determinarlo. La posición Vedántica era que la mente misma (tanto como los sentidos) es un poder limitado forjando sus propias representaciones, construcciones y formaciones, e imponiéndoselas a la Realidad. Eso es un asunto mucho mayor e intrincado, lanzado a lo más profundo de las raíces de nuestra existencia. Yo pienso que hay muchas posiciones tomadas por la Ciencia moderna que tienden a ayudar ese punto de vista – aunque por la naturaleza de las cosas ellas no pueden ser suficientes para probarlo.

Yo solamente declaro los inconvenientes; yo mismo veo ciertas verdades fundamentales subyacente a todos los dominios y la única Realidad en todas partes. Pero hay también una gran diferencia en los instrumentos usados y las formas de búsquedas seguidas por los buscadores en estas diferentes formas (la física, lo oculto y lo espiritual), y para el intelecto, por lo menos, el puente entre ellas todavía tiene que ser construido. Uno puede señalar analogías, pero también puede ser afirmado muy bien, que la Ciencia no puede ser usada para cultivar o reforzar resultados del conocimiento espiritual. Lo contrario puede ser afirmado también, y es mejor que ambos lados sean declarados – de manera que esta no es una forma de desanimar u obstaculizar su tesis.

 

¿Cómo es que Sir James u otros científicos saben que por un "mero accidente" la vida surgió a la existencia, o que no hay vida en ninguna otra parte del universo, o que la vida en otra parte debe ser exactamente la misma vida y bajo las mismas condiciones, o de ninguna forma puede llegar a surgir / existir? Estas son especulaciones mentales sin nada concluyente en ellas. La vida puede ser un accidente solamente si también el mundo entero es un accidente – una cosa creada por la Casualidad y gobernada por la Casualidad. No vale la pena perder tiempo en esta clase de especulaciones, porque solamente es el burbujeo del momento.

El universo material es solamente la fachada del edificio inmenso que tiene otras estructuras detrás de él, y es solamente si uno conoce el todo que uno puede tener algún conocimiento de la verdad del universo material. Hay variaciones o alcances vitales, mentales y espirituales detrás, que le dan al material su significado. Si la tierra es el único campo de la evolución espiritual en la Materia – (asumiendo eso) – entonces ella debe ser parte del diseño total. La idea de que todo el resto debe ser una pérdida, es una idea humana que no le importa al vasto Espíritu Cósmico cuya consciencia y vida están en todas partes, tanto en la piedra y en el polvo como en la inteligencia humana. Pero esta es una cuestión especulativa que realmente es ajena a nuestro propósito. Para nosotros es el desarrollo de la consciencia espiritual en la materia y el cuerpo humano.

En este desarrollo hay tres etapas – la verdad completa no puede ser conocida hasta que todos hayan pasado y la última etapa esté allí. La etapa en la que usted está es una en la cual el yo está comenzando a ser realizado; el yo que es libre de todo cuerpo encarnado y no depende de él para su existencia perpetua. Es por lo tanto natural que usted deba sentir que el cuerpo es algo subordinado y como la vida en la tierra de Jeans, casi accidental. Ese es el porque de que los Mayavadines consideren esta etapa como la final, pensando que el mundo es una ilusión. Pero esta es solamente una etapa en el trayecto /tránsito / jornada. Más allá de ese Yo que es estático, separado, sin forma, hay una gran Consciencia en la que el Silencio y la Actividad Cósmica están unidas en un conocimiento que no es el de la amurallada ignorancia del cuerpo del ser humano. Ese Yo es el único aspecto de la Realidad Divina. Y es cuando uno llega a esa gran Consciencia, que la mente, la vida, la forma y la existencia cósmica no aparenta más ser un accidente, sino que encontramos su significado. Inclusive allí hay dos etapas, la mental suprema y la supramental, y no es, hasta que uno llega a la última que la verdad completa de la existencia llega a ser enteramente real a la consciencia. Observe lo que experimente y sepa que eso tiene su valor y que es indispensable en esa etapa, pero no tome la experiencia de una etapa por el conocimiento final.

 

Yo no he leído a Bergson lo suficiente para opinar. Pero por lo que yo se, el parece tener alguna percepción de la intuición creativa dinámica involucrada en la Vida, pero ninguna de la verdadera intuición superior supra racional. Si así fuera, su Intuición, la que él cree es el único secreto de las cosas, es solamente una manifestación secundaria de algo trascendente que es en si mismo solamente "los rayos del Sol".

 

No, [el impulso vital ("élan vital") de Bergson] no es lo supramental. Pero "la intuición" de Bergson parece ser la Intuición de la Vida que es por supuesto la supramental fragmentada y modificada para actuar como el Conocimiento en "la Vida Material". Yo todavía no lo puedo decir definitivamente, pero esa es la impresión que me da.

 

El [Bergson] ve la Consciencia (Chit) no en su verdad esencial, sino como una Fuerza creativa – una especie de Energía de la Vida trascendente descendiendo en la materia y actuando allí.

[El impulso vital:] No Sachchidananda sino Chit-shakti en el disfraz de o con la máscara de Pranashakti. Yo creo que Bergson es un vitalista (por un lado opuesto a los materialistas, y por el otro un idealista) con una fuerte percepción del Tiempo (en el tiempo de los Upanishads ellos especulaban si el Tiempo no era Brahman y algunas de las escuela sostienen esa idea). De manera que para él Brahman = la Fuerza de la Consciencia = la Fuerza del Tiempo = la Fuerza de la Vida. Pero las dos últimas el las ve vívidamente, mientras la primera, que es la cosa real detrás de la creación él la ve borrosa.

 

El instinto y la intuición descritos por él [Bergson] son vitales, pero es posible desarrollar una intuición mental correspondiente y es probablemente lo que él sugiere – la cual no depende de nuestros pensamientos sino de una especie de contacto directo mental con las cosas. Esto no es misticismo exactamente, aunque es el primer paso hacia él.

 

Yo supongo que Bergson ya debe saber lo que los "místicos" dicen acerca de la materia y ha puesto su propia interpretación o valor sobre lo dicho. De manera que él no estaría del todo impresionado por sus sugerencias. El diría, "ya yo sé todo referente a eso."

 

Estos sucesos extraordinarios que no siguen el curso corriente de la Naturaleza física, pasan frecuentemente en la India y no son desconocidos en ninguna parte; ellos son similares al fenómeno que en Europa le llaman Poltergeist. Los científicos no hablan ni piensan acerca de esos sucesos supernormales excepto para desacreditarlos o para probar que ellos son simples trucos de niños, simulando manifestaciones sobrenaturales.

Las leyes científicas solamente dan un recuento esquemático de los procesos materiales de la Naturaleza – como esquemas válidos ellos pueden ser usados para reproducir o extender a voluntad el proceso material, pero obviamente ellos no pueden dar un recuento de las cosas en si mismas. El agua, por ejemplo, no es meramente una cantidad de oxígeno e hidrógeno que se han unidos – la combinación es simplemente un proceso o un artificio para permitir la materialización de una cosa nueva llamada agua; lo que esa cosa nueva realmente es, es absolutamente otra cuestión. Por cierto, hay diferentes planos de sustancia, denso, sutil y más sutil regresando al que llamamos sustancia causal (Karana). Lo que es más denso puede ser reducido al estado sutil, y el estado sutil puede ser llevado al estado denso; eso explica la dematerialización y la rematerialización. Estos son procesos ocultos que vulgarmente con conocidos como magia. Comúnmente los magos no saben nada del por qué del motivo y la causa de lo que ellos hacen, ellos simplemente aprenden la fórmula o el proceso o de otra manera controlan los seres elementales de los estados sutiles (planos o mundos) que hacen las cosas por él. Los tibetanos se complacen ampliamente en los procesos ocultos; si usted lee los libros de Madame David Neel quien ha vivido en el Tíbet, usted obtendrá una idea de su pericia en esas cosas. Pero también los lamas tibetanos saben algo de las leyes de la energía oculta (mentales y vitales) y como pueden hacer actuar las cosas físicas. Eso es algo que va más allá de la misma magia. El poder directo de la fuerza de la mente o la fuerza de la vida sobre la Materia puede ser extendido a un grado casi ilimitable. Debemos recordar que la Energía es fundamentalmente una en todos los planos, solamente tomando una o varias formas densas, de manera que nada es imposible de asumir con la energía mental actuando directamente sobre la energía y sustancia material; si ellos quieren, ellos pueden hacer que un objeto material haga cosas o también pueden hacer cosas con los objetos materiales que sería para el normal equilibrio o ley de ese objeto algo no común y por lo tanto aparentemente imposible.

Yo no veo como los rayos cósmicos pueden explicar el origen de la Material; es como la explicación sobre la vida en la tierra de Sir Oliver Lodge que dice que viene de otro planeta; eso solamente empuja el problema un paso más atrás – en cuanto a ¿cómo los rayos cósmicos llegan a existir? Pero es un hecho que Agni es la base o fundación de las formas, como Sankhya dijo hace mucho tiempo, ejemplo: el principio furibundo / vehemente de los tres poderes, el radioactivo, el eléctrico y el gaseoso (la trinidad Védica de Agni) que es el agente en producir las formas líquidas y sólidas de lo que es llamado Materia.

Obviamente, el hombre corriente no puede hacer estas cosas, a menos que el tenga una facultad psíquica innata (que esté oculta), e inclusive entonces el tendrá que aprender la ley de las cosas antes de que pueda usarla a voluntad. Es posible siempre, usar la fuerza espiritual o el poder de la mente o el poder de la voluntad o cierta clase de energía vital para producir efectos en los hombres, las cosas y los sucesos; pero la práctica y el conocimiento es necesario antes de que esta posibilidad cese de ser ocasional y peligrosa, y pueda ser usada completamente consciente, perfeccionada o a voluntad. Inclusive entonces, tener "un control sobre todo el mundo material" es una proposición muy grande; un control parcial o local y cierta clase de control sobre la Materia es más probable o está más diseminado.

 

De acuerdo con la Ciencia, este mundo completo, es nada más que un juego de energía – la llamaron Energía material, pero ahora se está dudando, científicamente hablando, si la Materia existe, o es solamente un fenómeno de la Energía. De acuerdo con la filosofía Vedanta, este mundo completo es el juego del poder de una entidad espiritual, el poder de una consciencia original, ya sea Maya o Shakti, y el resultado del juego es una ilusión o una realidad. En el mundo, hasta el límite en que el hombre se ha interesado, nosotros estamos conscientes solamente de la energía mental, la energía de la vida y la energía en la Materia; pero se supone que hay también una energía o fuerza espiritual detrás de todas ellas y de la cual ellas se originan. Toda las cosas, en cualquiera de los dos casos, son el resultado de Shakti, energía o fuerza. No hay acción sin que la fuerza o la energía esté haciendo la acción y haciendo evidente sus consecuencias. Además, cualquier cosa que no tiene fuerza, o está muerta, o no es real, o es algo inerte y sin consecuencias. Igualmente, un hombre que se propone ser un yogui o Gurú y no tiene consciencia espiritual o no tiene poder en su consciencia espiritual – la fuerza yoga o la fuerza espiritual – está haciendo un reclamo falso, y es un charlatán o un imbécil alucinado; y todavía más, ya que él no tiene la fuerza espiritual que clama tener para trazar un sendero en el que otros puedan caminar. Si el yoga es una realidad, si la espiritualidad es algo mejor que una alucinación, tiene que haber esa cosa llamada la fuerza del yoga o la fuerza espiritual.

Es evidente, que si la fuerza espiritual existe, debe de ser capaz de producir resultados – por lo tanto, no hay ninguna irracionalidad en el reclamo de los sadhaks que dicen que ellos sienten la fuerza del Gurú o la fuerza del Divino trabajando en ellos y guiándolos hacia el logro y la experiencia espiritual. Ya sea o no, en un caso particular es una cuestión personal, pero el reclamo no puede ser denunciado como increíble e intrínsecamente / esencialmente falso (per se) en sus apariencias, "ya que esas cosas no pueden existir". Es más, si es verdad que la fuerza espiritual es la original y las otras son derivadas de ella, entonces no hay irracionalidad en suponer que la fuerza espiritual puede producir resultados mentales, vitales y físicos. Ella puede actuar a través de las energías mentales, vitales o físicas y a través de los medios que esas energías usan, o puede actuar directamente sobre la mente, la vida o la Materia al igual que en el campo de su propia acción especial e inmediata. De todas maneras es evidentemente (prima facie) posible. En el caso de curar una enfermedad por ejemplo, alguien está enfermo por dos días, sufriendo con dolor y fiebre; el no toma medicina, pero finalmente le pide a un Gurú que lo cure o lo sane; en la próxima mañana después de haber hablado con el Gurú, él se levanta bien, fuerte y con gran energía. El tiene, por lo menos, alguna justificación para pensar que una fuerza ha sido usada para curarlo / sanarlo, y esa es la fuerza espiritual que actuó en este hecho. En otro caso, las medicinas pueden ser usadas, mientras que al mismo tiempo la fuerza invisible puede ser llamada para ayudar a los medios materiales, porque es una verdad probada, que las medicinas pueden o no, tener buen éxito – no hay certeza de eso. Aquí, para la razón de alguien que esté observando, (uno que no es el que usa la fuerza, ni el doctor, ni el paciente) habrá la duda de que el paciente fue curado por las medicinas solamente o por la fuerza espiritual con las medicinas como su instrumento. Los dos son posible, y no puede eso ser dicho porque se usaron las medicinas, que el trabajo de una fuerza espiritual es en si (per se) increíble y falsamente demostrable / verificable. Por otra parte, es posible para el doctor haber sentido una fuerza trabajando en él y guiándolo, o él puede haber visto al paciente mejorando con una rapidez que de acuerdo con la ciencia médica, es increíble. El paciente puede sentir la fuerza trabajando en él mismo y trayéndole la salud, la energía y una cura rápida. El que usa la fuerza, puede mirar los resultados, ver los síntomas en los que él está trabajando o disminuyendo, aquellos en los que él no trabajó y continúan incrementando hasta que él trabaje en ellos, y entonces inmediatamente disminuyan, el doctor trabajando de acuerdo con sus sugerencias silenciosas, etc., etc., hasta que la cura esté hecha. (Por otra parte, él puede ver las fuerzas trabajando en contra de la cura y concluir que la fuerza espiritual tiene que estar satisfecha con la retirada o con un éxito imperfecto.) En todo eso, el doctor, el paciente o el que usa la fuerza, está justificada la creencia de que la cura es por lo menos parcial o inclusive fundamentalmente debido a la fuerza espiritual. Por supuesto, la experiencia de ellos es válida solamente para ellos mismos, y no para el observador racional que se encuentre afuera del cuadro. Pero el último no está autorizado lógicamente para decir, que la experiencia observada es increíble y debe ser falsa.

Otra cosa. No es cierto que la fuerza espiritual debe tener buen resultado o no, en todo los casos o que de lo contrario eso probaría su no existencia. De ninguna fuerza, eso debe decirse. La fuerza del fuego es quemar, pero hay cosas que no se queman; inclusive, bajo ciertas circunstancias, los pies de un hombre que camina descalzo sobre carbón candente al rojo vivo. Eso no prueba que el fuego no puede quemar, o que no hay tal cosa como la fuerza del fuego o Agni Shakti.

No tengo tiempo de escribir más; tampoco es necesario. Mi objeto no fue enseñar que debe creerse en la fuerza espiritual, sino que creer en ella, no es necesariamente una ilusión o un error, y que esa creencia puede ser tan racional como posible.

 

La Fuerza invisible produciendo resultados tangibles, ambos, internos y externos es el significado completo de la consciencia del yogui. Su pregunta acerca del yoga, trayendo meramente un sentimiento de Poder sin ningún resultado es muy extraña. ¿Quién estaría satisfecho con tal alucinación sin sentido llamándola Poder? Si nosotros no hubiéramos tenido miles de experiencias enseñándonos que el Poder interior puede alterar la mente, desarrollar sus poderes, agregar otros nuevos, traer nuevos alcances de conocimientos, dominar sus movimientos vitales, cambiar el carácter, influenciar a los hombres y las cosas, controlar las condiciones y funcionamientos del cuerpo, trabajar como una Fuerza dinámica concreta en otras fuerzas, modificar eventos, etc., etc., nosotros no hablaríamos de esto como lo hacemos. Además, no es solamente en sus resultados sino también en sus movimientos que la fuerza es tangible y concreta. Cuando yo hablo de sentir la Fuerza o el Poder, no quiero decir simplemente un sentido vago de eso, sino un sentimiento concreto y consecuentemente capaz de dirigir la fuerza y manipularla, mirar su movimientos, ser consciente de su masa e intensidad en la misma forma que las otras fuerzas, quizás las opuestas; todas estas cosas son posibles y comunes al el desarrollo del yoga.

No es, a menos que sea la Fuerza supramental, un poder que actúa sin condiciones y límites. Las condiciones y límites bajo el cual, el yoga o sadhana tiene que ser trabajado no son arbitrarias o caprichosas; ellas surgen de la naturaleza de las cosas. Ellas incluyen la voluntad, la receptividad, el asentimiento y la apertura y rendición del sadhak tienen que ser respetado por la fuerza del yoga, a menos que se reciba una sanción del Supremo que anule todo y se tome una acción, pero esa sanción es dada rara vez y con poca frecuencia. Es solamente si el Poder supramental desciende completamente y no meramente cuando envía sus influencias a través de la mente suprema, que las cosas pueden ser radicalmente dirigidas hacia ese objeto – porque entonces la sanción no sería rara. Ya que la Ley de la Verdad estaría trabajando, no constantemente balanceada por la ley de la Ignorancia.

Sin embargo la fuerza del yoga es siempre tangible y concreta en la forma que he descrito, con resultados tangibles. Pero es invisible – no como un instrumento que se sopla, o como la embestida de un motor de un carro tumbando a alguien, que los sentidos físicos pueden percibirlo al instante. ¿Cómo es que la propia mente física sabe que eso está ahí trabajando? ¿Por los resultados? ¿Pero cómo puede ella saber que los resultados eran los de la fuerza yoga y no otra cosa? Una de dos cosas debe ser. O la mente debe dejar a la consciencia ir al interior para llegar a ser consciente de las cosas internas, creer en la experiencia de lo invisible y en lo suprafísico, y entonces por experiencia, por la apertura de las nuevas capacidades, ella llega a ser consciente de esas fuerzas y puede verlas, seguirlas y usar sus trabajos, justo como un científico usa las fuerzas de la Naturaleza que no se pueden ver. O uno debe tener fe, observar, y abrirse uno mismo, y entonces comenzará a ver como las cosas pasan, notará que cuando la fuerza fue llamada allí, después de un tiempo se comenzó a ver el resultado, entonces las repeticiones, más repeticiones, más claros y tangibles resultados, un sentimiento y una consciencia de una Fuerza trabajando – hasta que la experiencia llega a ser diaria, regular, normal y completa. Estos son los dos métodos principales, uno interno trabajando hacia lo externo; el otro externo trabajando desde afuera y llamando hacia el exterior la fuerza interior hasta que penetre y sea visible en la consciencia externa. Pero ninguno de los dos puede ser hecho si uno insiste siempre en la actitud extrovertida, la concreta externa solamente, y rehusa unirse a la concreta interna – o si la mente física en cada paso se levanta con la danza de las dudas, que rehusa dejar la experiencia naciente desarrollarse. Inclusive el Científico que acarrea un nuevo experimento nunca triunfaría si deja su mente conducirse de esa forma.

¿Concreto? ¿Qué usted quiere decir con la palabra concreto? La fuerza espiritual tiene su propia calidad de lo concreto; ella puede tomar forma (como un arroyo, por ejemplo) del cual uno está consciente y puede lanzarle concretamente, cualquier objeto que uno escoja.

Esta es una declaración de hecho, acerca del poder inmanente /innato de la consciencia espiritual. Pero también hay tales cosas como el uso voluntario de cualquier fuerza sutil – puede ser la fuerza espiritual, mental o vital – para asegurar un resultado en especial en algún lugar del mundo. Justo como hay ondas de fuerzas físicas invisibles (ondas cósmicas, etc.) o corrientes de electricidad, también hay ondas mentales, corrientes de pensamientos, ondas de emoción, – por ejemplo: enfado, tristeza, etc., – que salen y afectan a otros sin ellos saber de donde vienen o si están ahí del todo, ellos solo siente el resultado. Uno que tenga el sentido oculto o interno despierto, puede sentirlas venir e invadirlo. Buenas o malas influencias pueden propagarse ellas mismas en esa forma; eso puede pasar naturalmente y sin ninguna intención, pero también se pueden usar deliberadamente. También puede haber una reproducción determinada de fuerza, espiritual o de cualquier otra clase. Puede haber también el uso de una voluntad o idea efectiva /eficaz / vigente actuando directamente sin ninguna ayuda, ninguna acción exterior, ninguna palabra o lenguaje, o ningún otro instrumento concreto en ese sentido, pero de todas maneras es eficaz. Estas cosas no son imaginaciones, ni engaños, ni patrañas, sino son un fenómeno verdadero.

 

El hecho de que usted no sienta una fuerza no prueba que ella no está allí. El motor de vapor no siente una fuerza moviéndolo pero la fuerza está allí. ¿No es un hombre un motor de vapor? El no es mucho mejor, porque él está consciente solamente de algunas burbujas sobre la superficie que el llama "él mismo", y es absolutamente inconsciente de las fuerzas subconscientes, subliminales, y super conscientes que lo mueven. (Este es un hecho que está siendo cada vez más establecido por lo psicología moderna, aunque ha sido usado solamente por la fuerza inferior y no por la superior – de manera que usted no debe empinar mucho su nariz racional por él.) El se inquieta intelectualmente y tontamente acerca de los resultados superficiales y los atribuye todos a su "noble yo", ignorando el hecho que ese noble yo, está escondido bien lejos de su propia vista, detrás del velo de su brillante intelecto empañado / amortiguado y de la niebla humeante de sus sentimientos vitales, emociones, impulsos, sensaciones e impresiones. De manera que su argumento es enteramente absurdo y fútil. Nuestra meta es liberar las fuerzas secretas amuralladas, de manera que en vez de obtener algunas sombras o relámpagos de ellas mismas a través del velo o que estén completamente obstruidas, ellas puedan llover en torrentes como cascadas. Pero, esperar todo eso en un momento es una demanda presuntuosa que enseña una ignorancia impaciente e inexperta. Si ellos comienzan tratando primero, eso es suficiente para justificar la fe en un torrente futuro. Usted admite que una vez o dos sintió una fuerza descendiendo; eso prueba que la fuerza estuvo y está ahí trabajando y es solamente su labor Herculeana sudando que previene que usted la sienta. También es el tratar lo que da la seguridad de la posibilidad del descenso. Uno tiene solamente que continuar y por la paciencia de uno es que el descenso es merecido, o de otra manera, sin merecérselo, calladamente, no hacer caso de nada, hasta que uno lo obtiene. En el yoga, la experiencia misma es una promesa y un goce anticipado, pero ella no continúa hasta que la naturaleza esté lista para su realización. Este es un fenómeno familiar para cada yogui cuando él mira hacia atrás en sus pasadas experiencias. Así fueron las breves visitas de Ananda que usted ha tenido algunas veces antes. No importa si usted no tiene una tenacidad de sanguijuela – la sanguijuela no es el único tipo de yogui. Si usted puede mantenerse fijo de alguna forma, o ser constante, eso es suficiente.

 

Estas cosas no deberían ser habladas sino ocultadas….Inclusive en las cosas ordinarias que no son espirituales, la acción de las fuerzas subjetivas o invisibles está expuesta a la duda y a la discusión en la cual no podría haber ninguna certeza material, mientras que la fuerza espiritual es en sí invisible y también invisible en su acción. De manera que es en vano tratar de probar que tal o cual resultado fue el efecto de una fuerza espiritual. Cada uno debe formar su propia idea acerca de eso, porque si eso es aceptado, no puede ser como el resultado de la prueba y el argumento, sino solamente como el resultado de la experiencia, de la fe, o de esa intuición profunda en el corazón o en la inteligencia que mira detrás de las apariencias y ve lo que hay detrás de ellas. La consciencia espiritual no demanda de esa forma, ella expresa la verdad acerca de ella misma pero no pelea por una aceptación personal. Una verdad general e impersonal acerca de la fuerza espiritual es otra cosa, pero yo dudo que el tiempo haya venido para ella o que ella podría ser entendida por un mero razonamiento inteligente. Si yo escribo acerca de esas cuestiones desde el punto de vista yogui, inclusive aunque sea sobre unas bases lógicas, estaría muy limitado, y tendría conflictos con las opiniones actuales, por ejemplo, acerca de los milagros, las limitaciones de juzgar a través de la información de los sentidos, etc. Yo he evadido lo más posible escribir acerca de esos tópicos, porque tendría que proponer /presentar cosas que no pueden ser entendidas excepto con referencia a otra información que no es la de los sentidos físicos o la de la razón fundada en eso solamente. Yo tendría que hablar de las leyes y las fuerzas no reconocidas por la razón y las fuerzas físicas. En mis escritos públicos y mis escritos para los sadhaks, yo no he tratado con esto porque ello iría más allá del conocimiento ordinario y de la comprensión fundada en él. Estas cosas son conocidas por algunos, pero ellos usualmente no hablan de ellas, además, el punto de vista del público acerca de muchas de esas cosas, en la forma que son expuestas es el de la credulidad o incredulidad, y en ambos casos sin experiencia o conocimiento.

 

Acerca de lo que usted escribe de su experiencia y sus ideas, luce como si fuera simplemente que los antiguos pensamientos y movimientos surgiendo de nuevo, como lo hacen frecuentemente, para interferir con el curso correcto del sadhana. Las realizaciones mentales e ideas de esta clase son las mejores verdades a medias, y alguna veces ni siquiera lo son; una vez que uno ha tomado el camino del sadhana, ese camino va más allá de la mente, es un error darles a ellos mucha importancia, ya que pueden fácilmente, por una aplicación incorrecta, llegar a ser la tierra fértil para el error.

Si usted examina las ideas que se le ha ocurrido, verá que son completamente inadecuadas. Por ejemplo:

1. La materia es jada [inerte, mecánica e inconsciente]solamente en apariencia. Inclusive los científicos modernos admiten que la Materia es solamente energía en acción, y según nosotros sabemos en la India, la energía es fuerza de consciencia en acción.

2. En el mundo material, Prakriti parece ser jada, pero esto también es en apariencia. Prakriti en realidad es el poder consciente del Espíritu.

3. El hacer descender el Espíritu en la Materia no puede llevarnos a una laya [disolución, desaparición; anulación del alma del individuo en el infinito] en jada Prakriti. Un descenso del Espíritu puede solamente significar un descenso de la luz, de la consciencia y el poder, no un crecimiento de la inconsciencia y la inercia, que es lo que significa jada-laya.

4. El Espíritu ya está en la Materia al igual que en todas partes; es solamente la inconsciencia aparente en la superficie o la consciencia involucionada que vela su presencia. Lo que tenemos que hacer es despertar en la Materia la consciencia espiritual escondida en ella.

5. Lo que nosotros pretendemos es hacer descender la luz, la energía y la consciencia supramental en el mundo material, porque solo eso es lo que puede transformarlo completamente.

Si en cualquier momento hay un crecimiento de la inconsciencia y la inercia, es por la resistencia de la naturaleza ordinaria al cambio espiritual. Porque la naturaleza ordinaria tiene que ser elevada para que se pueda tratar con ella y eliminarla. Si a ella le es permitido permanecer escondida sin elevarse, la dificultad nunca podría ser abordada y ninguna transformación real podría ocurrir.

 

Si no hubiera ningún poder creativo en la energía material, no podría haber un universo material. La materia no es inconsciente o sin dinamismo – es solamente una fuerza y una consciencia involucrada que trabaja en ella. Es lo que los psicólogos llaman la inconsciencia de donde viene todo – pero no es realmente inconsciente.

 

No hay necesidad de poner/escribir "el" antes de "cualidad" – en Inglés eso alteraría el sentido de lo que se quiere decir. La materia no es considerada en este pasaje como una cualidad de la sensación de percibir; no pienso que tendría ningún sentido. Ella es considerada como un resultado de cierto poder y acción de consciencia que presenta formas de ella misma para sentir la percepción, y es esta cualidad de percepción a través de los sensaciones, diríamos, que le da a ellos la apariencia de Materia, ejemplo de una cierta clase de sustancia inherente en ellas mismas (las sensaciones) – pero verdaderamente ellas no son objetos substanciales existente por si mismos sino formas de consciencia. El punto es que no hay tal cosa como la Materia existente por si mima postulada por la Ciencia del siglo XIX.

 

Usted está razonando sobre la analogía de su propia consciencia sensoria cerrada y limitada y de sus significantes relaciones y sucesos difíciles de manejar en el espacio material. ¿Qué es el espacio después de todo, sino una extensión del ser consciente en el cual la Fuerza Consciencia construye sus propios contornos o medios y circunstancias que lo rodea? En el plano físico sutil hay, no una, sino muchas capas de consciencia y cada una se mueve en su propio ser, o diríamos, en su propio espacio. Yo he dicho que cada plano sutil es una conglomeración o una serie de mundos. Cada espacio puede en cualquier momento encontrar, penetrar o coincidir cualquier otro plano; de acuerdo con un determinado punto de encuentro o coincidencia puede haber muchos objetos sutiles ocupando lo que nosotros podríamos arbitrariamente preferirle llamar, el mismo espacio, y así todo, ellos no podrían tener ninguna relación real mutua. Si se crea una relación, es la consciencia múltiple del observador, en la cual llega a ser aparente, en el lugar de coincidencia, eso que creó.

Por otra parte, podría haber una relación entre objetos en diferentes regiones del espacio correlacionándose mutuamente como en el caso de los objetos físicos densos y su contraparte. Allí usted puede razonar más fácilmente las relaciones entre un espacio y otro.

 

El Tiempo y el Espacio no son limitados, ellos son infinitos – ellos son los términos de una extensión de consciencia en la que las cosas toman lugar o se arreglan en una cierta relación, sucesión y orden. De nuevo digo, hay diferentes ordenes de Tiempo y Espacio; eso también depende de la consciencia. El Eterno se extiende en Tiempo y Espacio, pero él es también más allá de todo el Tiempo y el Espacio. Lo Intemporal y el Tiempo son dos términos de la existencia eterna. El Eterno sin Espacio no es un Espacio infinito e indivisible, no hay en él ni cerca, ni lejos; ni aquí, ni allí – El Eterno sin Tiempo no se puede medir por años, u horas, o eones, las experiencias de él han sido descritas como el momento eterno. Pero para la mente este estado no puede ser descrito excepto por negativos, – uno tiene que ir más allá para realizarlo.

 

La objeción1 está fundada en las ideas humanas tridimensionales del espacio y la división en espacio, que a su vez están fundadas sobre la naturaleza limitada de los sentidos humanos. Para algunos seres el espacio tiene una sola dimensión, para otros tiene dos dimensiones, para otros tres dimensiones – pero también hay otras dimensiones. Está bien reconocido en metafísica, que el Infinito puede estar en un punto y no solo en una extensión de espacio – justamente como hay una eternidad de extensión en Tiempo pero también hay una eternidad que es independiente del Tiempo de manera que ella puede ser sentida en un momento – uno no tiene que pensar en millones y millones de años para realizarlos. Al igual que también las distinciones rígidas del Uno en contra de Muchos, el Uno que no puede ser muchos, o de un Todo que está hecho por adición y no existente en si mismo, son nociones mentales imperfectas o toscas de la mente finita externa que no pueden ser aplicadas al Infinito. Si el Todo fuera de esta materia y de un carácter no espiritual, confinado a una aritmética y geometría primaria, la realización del universo en uno mismo, del todo en cada uno de nosotros y del universo en un Bindu [punto] sería imposible. Sus Xs son evidentemente inocentes de los elementos del pensamiento metafísico o ellos no hicieran esas objeciones.

Es solamente sintiendo todas las cosas como la única sustancia espiritual, que uno puede llegar a la unidad – la unidad está en la consciencia espiritual. El punto material es solamente un punto entre millones y millones – de manera que no es la base de la unidad. Pero una vez que usted obtenga la unidad en la consciencia, usted puede sentir a través de eso, la unidad de sustancia mental, fuerza mental, etc., la unidad de la sustancia de la vida (móvil) y la fuerza de la vida, la unidad de la sustancia material y las energías. Ser – Consciente de ser – energía de consciencia – forma de consciencia, todas las cosas son eso realmente.

 

Es absolutamente verdad que la palabra superstición ha sido usada habitualmente como un garrote conveniente para derrotar cualquier creencia que no esté de acuerdo con las ideas de la razón materialista; como podríamos decir, la mente física tratando con la ley aparente de los procesos físicos sin mirar más allá. También ha sido usada para terminar ideas y creencias que no estén de acuerdo con la idea propia de uno de la norma racional de las verdades suprafísicas. Por muchos siglos, el hombre ha fomentado creencias que implicaron una fuerza detrás de ellas que actuaba sobre unos principios desconocidos en la mente física y más allá de los testigos de la razón externa y los sentidos. La ciencia llegó con un método de conocimiento que extendió la evidencia de este campo de consciencia, y pensó que por este método toda la existencia llegaría a ser explicable. Ella barrió de un tirón sin ningún examen todas las creencias antiguas como unas de las tantas "supersticiones" – las verdades, las medias verdades y las falsas, todas fueron al recogedor en una barrida imparcial, porque ellas no confiaban en el método de la ciencia física e invalidó su información porque era o parecía incompatible con su punto de vista. Inclusive en el campo de la experiencia suprafísica solamente fue admitido lo suficiente como para dar una explicación racional de ella misma de acuerdo con un cierto rango de ideas – todo el resto, las cosas que parecían demandar una explicación de origen oculto, místico o no muy claro, se puso a un lado como superstición. Las creencias populares que fueron el fruto algunas veces de la imaginación pero que otras veces también del conocimiento empírico tradicional o de un instinto correcto compartieron el mismo destino. Todo eso fue una operación ilegítima y precipitada, ella misma basada en la "superstición" del método perfecto, nuevo y eficiente que se aplica solamente en realidad a un campo limitado y que ahora está llegando a ser más y más evidente. Estoy de acuerdo con usted que la palabra superstición es una palabra que debería ser usada con gran precaución o no usada de ninguna forma. Es evidente el anacronismo que hay, al aplicarla a las creencias no aceptadas por la forma de religión que por casualidad uno profesa o favorece.

El crecimiento de la opinión contraria referente a muchas cosas que una vez fueron condenadas pero que ahora se aceptan y se prefieren, una vez más ha golpeado. Y en adición a todo eso a que usted se refiere cientos de otras cosas pueden ser añadidas. Uno no sabe verdaderamente por qué una creencia en grafología debería ser condenada como irracional o supersticiosa; a mi me parece completamente racional creer que la escritura de un hombre es consistente con su temperamento y naturaleza o es el resultado de esos dos factores, y si es cierto, eso muy bien podría probar en un examen que son indicios de su carácter. Es hoy en día un hecho conocido, que cada hombre es un individuo en él mismo, con su formación propia peculiar diferente de las otras y hecha con variaciones de minutos en el plan humano general, – esto es la verdad de las pequeñas características físicas, y es una verdad igualmente evidente de las características psicológicas; no es irrazonable suponer una correlación entre las dos. Sobre esas bases, la quiromántica muy bien puede tener una verdad en eso, porque es un hecho conocido de que las líneas de las manos de los individuos son completamente diferentes unas de otras; y que esto, tanto como la diferencia de la fisonomía, puede llevar en si indicaciones psicológicas, no es imposible. La dificultad para las mentes entrenadas bajo la influencia racional llega a ser mayor, cuando esas líneas o la data de la astrología son interpretadas como signos del destino, porque el racionalismo moderno rehusa firmemente admitir que el futuro fue determinado o podría ser determinado. Pero esto luce más y más como una de las "supersticiones" de la mente moderna, una creencia curiosamente contradictoria de las nociones fundamentales de la Ciencia. Porque la Ciencia ha creído, al menos hasta ayer, que todo es determinado en la Naturaleza y ella intenta encontrar la leyes de esa determinación y predecir en esas bases, los sucesos físicos del futuro. Si eso es así, es razonable suponer, que hay conexiones invisibles determinando los eventos humanos en el mundo y que los futuros eventos, por lo tanto, se pueden predecir. Que si se puede hacer a través de las líneas de la astrología o la quiromancia es un asunto a preguntar, y uno no llega muy lejos negando la posibilidad con una declaración negativa. El caso de la astrología es razonablemente fuerte; y también un caso parece existir para la quiromancia.

Por otra parte, no es seguro apresurarse en la otra dirección. Hay una tendencia opuesta que cree todas las cosas en estos asuntos y no mantiene los ojos de uno abiertos al elemento de limitación o error en estas ramas del conocimiento – fue el exceso de creencia el que ayudó a desacreditarlos, porque su errores fueron patentes. No me parece a mi establecido, que las estrellas determinan el futuro – aunque eso es posible, pero luce como si ellos lo indicaran – o preferiblemente algunas certezas y potenciales del futuro. Inclusive los astrólogos admiten que hay otro elemento de determinación en el hombre mismo que limita el campo de la predicción astrológica y puede inclusive alterar muchos de los resultados predichos. Hay un complejo de fuerzas enredadas y difíciles haciendo cualquier determinación de las cosas en este mundo, y cuando nosotros hemos desenredado un hilo de la madeja y lo hemos seguido, nosotros podemos tener muchos resultados tajantes, pero no podemos confiar en eso como si fuera la única cosa segura. Los métodos de la mente son muy rígidos y convenientemente simples para desenredar la verdad o toda la verdad, ya sea la Realidad o sus fenómenos por separado.

Yo aceptaría su declaración acerca de la posibilidad de conocer bien al hombre por la observación de una pequeña parte de su ser, física o psicológica, pero pienso que es ir muy lejos el decir que uno puede reconstruir un hombre completo por una diminutiva partícula de su pelo. Yo diría por mi conocimiento de la complejidad y multiplicidad de los elementos en el ser humano que tal procedimiento sería dañino y dejaría una gran parte de lo Desconocido eclipsando la certeza de esta estructura inferida.

 

Yo supongo que no podemos ir tan lejos como para negar que hay tales cosas como la superstición – una creencia fija sin ningún fundamento en algo, es completamente ilógica y una cosa no va con la otra. La mente humana aplaude lista para creer las cosas que pueden ser o son verdad en ellas mismas, y esto es una mezcla que confunde grandemente la búsqueda del conocimiento. Pero es precisamente por esta mezcla, porque en algún lugar detrás de la superstición o no muy lejos de ella hay usualmente alguna verdad legítima y auténtica que uno debe ser cauteloso en usar la palabra o en desaparecerla convenientemente; la verdad parcial y la infundada juntas y el clamor de los despojos desechados es la única verdad del asunto.

 

Cuando escribí el párrafo acerca de "una creencia fija y ciega", yo no estaba pensando realmente de creencias religiosas, sino de ideas y creencias corrientes populares. Sus sentimientos acerca de este asunto, en todo caso, es completamente sólido. Uno puede y debe creer y seguir su propia senda sin condenar o mirar con desprecio a los otros por tener creencias diferentes de aquellas que uno piensa o ve que sean las mejores o las que tienen las más grandes verdades. El campo espiritual tiene muchos aspectos y está lleno de complejidades, por lo tanto hay espacio para una inmensa variedad de experiencias. Además, todo egoísmo mental – y el espiritual – tiene que ser vencido y superado, y por lo tanto, ese sentido de superioridad no debería mantenerse o continuar.

P.D. Un seguimiento fijo, sincero, de todo corazón en este yoga deberá guiar a un nivel donde estas divisiones mentales rígidas no existan, porque ellas son murallas mentales puesta alrededor de una parte de la Verdad y el Conocimiento, para separarnos del resto, pero vista desde arriba la mente es comprensible y todo tiene su lugar en el todo.

 

Cartas sobre Yoga por Sri Aurobindo
Final de la Sección IV del Tomo I - La Razón, la Ciencia y el Yoga
Traducido por Hortensia De la Torre.
Junio de 1998